La muerte no es el final


Acabo de asistir a la muerte de un íntimo familiar y ante la grandeza del momento, he meditado mucho, algo tiene que haber después de ese instante. He encontrado una maravillosa oración de Cesáreo Garabain Azurmendi, (convertida también en himno militar) que nos da pautas para pasar ese momento con paz y en pensar que la muerte es un paso para gozar de lo absoluto.

…Tu nos dijiste que la muerte
no es el final del camino
que aunque morimos no somos,
carne de un ciego destino…

La muerte de alguien querido nos tiene que producir la esperanza de que va a ocupar un puesto definitivo en el seno de la Creación de donde salió adoptando figura mortal. No desaparecemos, estamos y estaremos en el más allá, somos energía y está ni se crea ni se destruye, sino que se transforma, por eso la muerte es Fe.

…Cuando la pena nos alcanza
por una hermana perdida
cuando el adiós dolorido
busca en la Fe su esperanza…

El morir no es más que volver a la Luz, a la Paz a la cadena de la vida eterna de donde no saldremos jamás. Fe, Esperanza y Confianza, son los tres elementos fundamentales para entender que la muerte no es el final.

…En tu palabra confiamos
con la certeza que Tú
ya la has devuelto a la vida

ya la has llevado a la luz…









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