“Por cortesía de la casa...”



La tercera acepción, que de la palabra CORTESIA, hace el D.R.A.E, dice lo siguiente: Dádiva o regalo que se hace voluntariamente o por costumbre.

En los restaurantes de todo tipo o pelaje, siempre te ponían, gratuitamente, una cortesía de la casa, algo comestible, para empezar la comida, que como decían eran un obsequio de la casa, del establecimiento, y lógicamente, no figuraba en la factura final. Esto había creado ya costumbre, entre los clientes... Su importancia, normalmente dependía, del buen hacer del establecimiento. Podía variar desde unas  humildes y sabrosísimas patatas fritas, hasta la más sofisticada mini creación de la cocina del restaurante. Esto se agradecía.  Producía un efecto positivo, predisponía el ánimo del comensal, para recibir con más agrado, lo que venía después, la comida.

Ahora, todo esto se ha roto, de una manera artera y silenciosa, nadie nos explica que esos platitos, esas delicadezas previas, que antes eran una cortesía de la casa, ahora se pagan. Están coartando mi libertad, no me dan opción a decir que no lo quiero, lo que me dan sin yo pedirlo. No me gustan y que prefiero otra cosa, te engolosinan y tu creyendo en la cortesía de la casa, lo consumes y ya está, ¡¡¡ OTRO QUE HA PICADO!!!,.Te suelen facturar entre 2 y 8 € bajo en concepto SERVICIO MESA, ¡¡¡ UNA GRACIA !!!

Si una cortesía, es la manifestación de la atención, el respeto o el afecto que se tienen por alguien. A quien mejor demostrárselo que al CLIENTE, del restaurante, fuente de reputación e ingresos.

Si la economía de los establecimientos, no permite la gratuidad de estas cortesías, véndanlo como un plato más, indicándolo en la carta con su precio correspondiente y las variedades que pueden ofrecer,  así siempre el cliente, tendrá la libertad de elegirlo o no, y si lo elige, siempre será algo que al le guste, y no le impongan.

Seamos justos, no sucede en todos los establecimientos de hostelería españoles, pero si, en una amplia mayoría de ellos. Siguen existiendo restauradores (A.D.G), donde la palabra cortesía con el cliente, tiene un significado muy concreto.








¡¡¡ MI DINERO LO GASTO YO EN LO QUE QUIERO, NO EN LO QUE ALGUNOS DESAPRENSIVOS ME IMPONGAN!!!

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