Lealtad y consanguinidad
Antoine
de Saint-Exupery, pone en boca de su mundialmente famoso “Principito”, una
frase que me ha hecho reflexionar mucho. La
sangre te hace pariente, pero la lealtad te hace familia.
Si
las personas unidas por consanguinidad, tienen un parentesco natural entre
ellas (no afectivo), por descender de un mismo tronco común. Se trata, repito
de un mismo tronco, sin que ese sentimiento de pertenencia lleve implícito o
no, ninguna otra unión de tipo afectivo entre ellas.
Lealtad,
es la devoción de una persona, un ciudadano con un estado, gobernante,
comunidad, persona, causa, o a sí misma. Es también un sentimiento de respeto o
fidelidad a los propios principios morales y a los compromisos establecidos
hacia otra persona o consigo mismo.
Las
personas unidas por lazos consanguíneos, no necesariamente deben sentir
afinidad, fidelidad hacia los otros. Lo de la voz de la sangre, no deja de ser
un mantra que se ha transmitido de generación en generación, indicando una
atracción entre los miembros provenientes de un mismo tronco, aunque se ha
demostrado que es completamente falso. El concepto tradicional de familia, con
esto, recibe un duro golpe. Yo no tengo obligación de llevarme bien a causa de
provenir de un tronco común, con mis parientes directos, si no me unen con
ellos lazos de lealtad.
Si
la lealtad, es una devoción que siento yo o sienten por mí, otras personas por
compartir unos mismos principios vivenciales, morales, políticos... constituirán
conmigo un grupo familiar, para vivir con unas referencias iguales y buscar
idénticos fines. No confundamos parentesco y familia, intereses arteros han
tendido siempre a confundirlos, pero como vemos siempre no son iguales.
El
parentesco nos viene siempre impuesto y la familia la logramos con nuestro
trabajo e interés diario, favorecido por el trabajo de los demás dirigido al
mismo fin.
Las
personas que queremos y nos quieren, que cuidamos y nos cuidan, que apoyamos y
nos apoyan, son nuestra FAMILIA, no los PARIENTES con las que solo nos une la
Biología.
¡¡¡
PROVENIR DEL MISMO TRONCO, NO DICE NADA. LEALTAD Y SENTIMIENTO, LO DICE TODO!!!
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