La fabada asturiana
Se
denomina “faba asturiana” a una variedad de judía de la especie “Phaseolus
vulgaris” de la variedad tradicional “Granja Asturiana” de color blanco
cremoso, forma arriñonada, larga y aplanada, con un tamaño grande.
El
consumo de fabes se remonta en Asturias al siglo XVI, en el que se sabe con
certeza que se plantaba en el territorio y algunas de ellas se consumían. El
cultivo en Asturias de esta variedad ocupa más de 2500 ha. Las fabas asturianas
es el ingrediente fundamental de la “FABADA ASTURIANA”, o simplemente FABADA,
cocido tradicional de la cocina regional elaborado con “les fabes”, y el
compango o compangu, chorizo, morcilla asturiana, tocino y lacón.
La
receta de la fabada revela un origen humilde pues los ingredientes así lo
muestran. Los estudiosos mencionan que pudo haber nacido la fabada ya en el
siglo XVIII aunque no hay evidencias que apoyen esta afirmación, hay que
considerar que pesar de que las fabas
son un ingrediente totalmente rural, se tiene la creencia de que la fabada nace
en las ciudades.
La
primera referencia escrita a la fabada aparece en el diario asturiano de Gijón,
“El Comercio” en 1884; a pesar de ello no menciona la receta. Las apariciones
posteriores en la literatura culinaria asturiana relacionan al plato con el
Pote Asturiano.
Según
la investigación de diferentes expertos la FABADA nace en un periodo no
determinado entre los siglos XIX y XX. Hoy en día es sin embargo ya un plato
superconocido, no solo en Asturias sino en todo el territorio español.
Los
emigrantes asturianos por el mundo dieron cuenta de este plato allí donde
fueron, de esta forma hay en algunos sitios variantes de este plato como en
áreas cercanas a la ciudad estadounidense de TAMPA.
Podemos
considerar a la FABADA, como uno de los mejores embajadores de la cocina regional española en el mundo y por
ende de la asturiana.
¡¡¡
UNA SUCULENTA FABADA, REGADA CON MULTITUD DE CULINES DE SIDRA, ES UN PLACER
CASI SENSUAL!!!
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