Los cancerberos en las puertas de las guaguas o autobuses
El nombre de cancerbero lo reservaba la
mitología griega, para designar al perro de tres cabezas que guardaba la puerta
del infierno. Según el D.R.A.E, cancerbero es alguien que guarda una puerta de
forma severa y con bruscos modales.
Todas estas acepciones son de
aplicación a un tipo de personas que han proliferado como chinches en los
autobuses. En las paradas la gente está esperando la llegada del vehículo en
una más o menos ordenada cola, llega este, suben los viajeros buscando un
asiento para descansar y realizar así más cómodamente el viaje, ¡¡¡ pero, no!!!
¿ A dónde van como atraídas por misteriosas fuerzas invencibles, una serie de
personas?. Respuesta inmediata, van a situarse en los quicios de las puertas de
salida del vehículo. Son los cancerberos modernos, tienen que guardar las
puertas, inamovibles, con bruscos modales y de forma severa.
Estos guardianes actuales de las
puertas de estos vehículos públicos aunque vean a personas con problemas de
locomoción o cargadas… que necesitan asirse a las barras que tiene el autobús
para esto, no se mueven, no lo permiten y encima si les das un ligero empujón
para indicarles que te permitan usar esas barras, antes el clásico ¡¡¡ por
favor!!!, se lo has dicho varias veces y se han hecho los sordos, te van a
poner como hoja de perejil. Estos especímenes sociales suelen ser, en contra de
lo que cabía pensar, personas de mediana edad y mayores.
La Educación para la ciudadanía
ese tan traído y llevado tema, que tanto agrada y gusta a nuestros políticos de
cualquier signo, es esto crear conciencia en
los ciudadanos, que todos somos sujetos de obligaciones y derechos y
que nuestras actitudes unas veces
pidiendo y otras cediendo, son las que van a hacer más fácil la convivencia
ciudadana haciendo dentro de lo que cabe, la vida más abordable y sencilla.
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