Aborregar al pueblo.

A lo largo de la Historia, las élites y gobiernos de los países han querido tener a las poblaciones de los diferentes territorios y naciones en los que mandaban o mandan bien sujetas, bien por medios coercitivos o por medios más sutiles, para dar una falsa idea de libertad a las masas con objeto de sacudirse su presión en momentos delicados de todo tipo desviando su atención sobre otros asuntos  menos importantes o no importantes, en relación con los que los que preocupaban a la gente en un momento o época determinada.

A lo largo del tiempo se han usado de los métodos más singulares, paran conseguir esto.
El absolutismo imperante por ejemplo en España comienza a resquebrajarse hacia mitad del siglo XVI, cuando surgen fermentos de lo que con el paso del tiempo se llamaría opinión pública, buen ejemplo son los libelos y coplas clandestinas que por entonces comienzan a circular, poniendo en solfa a personajes, gobiernos y políticas gubernamentales, hasta terminar en los periódicos  satíricos tan en boga en la segunda mitad del siglo anterior (La ametralladora, La Codorniz, Don José, Por Favor…).

¿Cómo se combate a esa naciente opinión pública? Se crean y fomentan espectáculos de contenido intrascendente, aunque sean sangrientos algunos. El deporte griego (olimpiadas), el circo romano (luchas de gladiadores…), torneos medievales, corridas  de toros…

El gran descubrimiento a partir del siglo XX ¡¡¡ El Corazón ¡!!, los medios de comunicación social al servicio de los problemas sentimentales de unos personajillos creados por los mismos medios. Que alegría saber ¡¡¡ con quién se acuesta esta o este y sobre todo si son del mismo sexo, mejor!!!. Emisiones de TV, radio y prensa especializadas, nos informan hasta la saciedad, esos son problemas y no la economía o la subida de la luz…

Y por último el todo poderoso  ¡¡¡ Fútbol!!!,  que es lo único que lanza a la calle a las tan concienzudamente aborregadas multitudes, o se mata si es necesario, algún desgraciado ejemplo hay sobre eso y para que seguir, habría tanto que hablar.




¡¡¡ Vivimos en un falso mundo, con unos problemas falsos que hábilmente nos han creado para que ni pensemos ni opinemos de problemas verdaderos ¡!!


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