Papá Estado

Los seres humanos, en su devenir histórico siempre han tenido la necesidad de alguien o algo, que les arreglen los problemas que piensan, no pueden resolver solos. La sabiduría popular, resume esta tendencia, en un dicho “ES MÁS FACIL OBEDECER QUE MANDAR”. Remedando la función de los hijos, con sus progenitores, sobre todo hacer lo que te digan y no rebelarse. Esto es desde comienzos del siglo XIX, “el papá estado”, representado por el gobierno de turno.

Hemos hecho tan nuestra la idea de que necesitamos a “papá estado” interfiriendo en nuestra propia libertad política y personal, que hemos permitido que se entrometa en todos los ámbitos de nuestras vidas y con esto nos hemos vuelto unos ciudadanos dependientes e infrautilizados que no pueden, no saben o no quieren dar un paso, sin tener un ser “superior” regulando y limitando todo lo que hace.

La sociedad española, es una sociedad no madura, infantilizada, que necesita a “papá estado” cuanto antes, así que probablemente y hagan lo que hagan, en las conversaciones postelectorales que seguramente inicien hoy los partidos, para repartirse el pastel del país después del 28-A, nadie se lo tomara demasiado en cuenta.

La mayoría de los españoles quieren un “papá estado” fuerte y sólido, pero el sentido común dice que, recordando un popularísimo refrán “donde no hay, no se puede sacar” así que pienso se conforman con tener un gobierno, el que sea, pero cuanto antes.

Así que sería de agradecer a los líderes de los distintos partidos que pretenden coaligarse para formar gobierno, que pusieran fin cuanto antes a ese sainete de que “los españoles tenemos que sacar al país adelante” y que cuanto antes dejen de jugar a las negociaciones, antes dejaran de molestar al electorado que los ha elegido.

España como país, que quiere y pretende ser democrático, debe encargar al próximo gobierno, dos tareas prioritarias. Una nueva LEY ELECTORAL, que sin método D´HONT que refleje la irrealidad de unos escaños y con listas abiertas, ponga de manifiesto la real voluntad de los electores. Ah, una LEY DE HUELGA, pero de eso hablare otro día que tenga ganas...

Recordar a los estamentos políticos implicados, que la sociedad española puede empezar a comportarse como adulta, en cualquier momento y entonces...