Ayudando a mejorar rendimientos


En España, la formación y educación de nuestras generaciones jóvenes es una asignatura pendiente, que la ineficacia de los sucesivos gobiernos, sumado al desconocimiento pedagógico de las personas encargadas de su aplicación, ha llevado a extremos peligrosos.

La música, es una asignatura optativa en nuestro sistema educativo y se está demostrando que la práctica, de la ejecución musical sobre la base de un instrumento promueve un mejor rendimiento a nivel cerebral. Las lecciones musicales activan a ambos hemisferios cerebrales. Por esta activación, la concentración, memoria y disciplina de un estudiante se ven en duelo al ejecutarse, y este ejercicio mejora la capacidad de las aptitudes antes mencionadas.
En el momento en que el cerebro se ve retado a dividirse en varias funciones que requieren concentración y precisión, como el tocar instrumentos musicales ya sea piano, guitarra, violín, contrabajo, entre otros, mejora muy positivamente sus funciones.

Se ha comprobado que la práctica frecuente con instrumentos musicales hace que los hemisferios cerebrales formen nuevas conexiones, cuya realización produce que el cerebro tenga un mejor rendimiento en los campos de la concentración, memoria y aprendizaje.

Nuestro premio Nobel de Medicina de 1905, Santiago Ramón y Cajal, descubrió que la única actividad humana que hace más conexiones en las neuronas (células cerebrales) era tocar el piano. Ya que en este instrumento se emplea cada dedo en una tecla distinta, enfocándose cada mano en distintos ritmos y velocidades, y en adición, los pies, que también tienen una importante función, al utilizarse los pedales.

A nivel mental, se considera muy útil la teoría musical para facilitar el aprendizaje de otros idiomas. Características importantes de la música, como el tono, el timbre, la intensidad y el ritmo, tienen mucho que ver con las distintas variaciones del habla de los diferentes idiomas. Cada uno de estos tiene un acento distinto, y es en la música donde descubrimos los distintos tonos, timbre y ritmos que se podrían acoplar a las distintas lenguas.

Todo lo que explico anteriormente, tiene dos importantes consecuencias: La ayuda del hacer música para favorecer las facultades cognitivas del ser humano, cualquiera que sea su edad. Y la enorme plasticidad del cerebro sano, que va a responder siempre que se lo pidamos A CUALQUIER EDAD, SE PUEDE ESTUDIAR Y CONOCER COSAS.








¡¡¡EL CEREBRO HUMANO NO TIENE EDAD, SE ADAPTA A NUESTROS REQUERIMIENTOS!!!

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