La lluvia esperada que no llega
La
ciudad de Madrid, lleva varios meses sin recibir el regalo de una cantidad
adecuada de lluvia que ponga fin o por lo menos limite en parte, los problemas
de toda índole, que está ocasionándole esta pertinaz sequía.
La
contaminación ambiental, con forma de gigantesca boina de color
gris-anaranjado, sigue colocada de manera constante, sobre las sufridas cabezas
de los habitantes de la Villa del Oso y el Madroño. El protocolo
anticontaminación del ayuntamiento capitalino, que alguna esperanza despertó,
en el momento de su publicación, está resultando un fiasco en su desarrollo. Contra
la naturaleza, no se aplican planes muy teóricos, por escrito, no resultan, hay
que pasar a hacer cosas, hay que pasar a hacer cosas.
Las
esperanzas de los madrileños, están puestas en lo alto y no por motivos
religiosos, pues mirando al cielo vamos a ver la tendencia del tiempo. Con un
cielo completamente raso, son imposibles las lluvias de momento.
La
supuesta precisión de los medios de predicción meteorológicos de que se
disponen, han sido puestos a prueba en los últimos días. Anunciaban la
posibilidad de lluvias débiles sobre la sedienta ciudad a determinadas horas,
llegaban estas y ante el estupor de las personas, no se producían los esperados
chubascos, que aunque débiles, podían mejorar el ambiente urbano peligrosamente
sucio.
Curioso
ver la vestimenta de los ilusionados, aunque luego frustrados ciudadanos que
salían a la calle, aspirando a mojarse. Gabardinas impermeables, paraguas
enormes, espectaculares botas totalmente aisladas, gorros capaces de aguantar
una tempestad polar e infinidad de aditamentos para hacer frente a una lluvia
que no llegó. El cielo, se encapota al máximo pero no rompe, ¡¡¡QUE LE VAMOS A
HACER, YA LLOVERA OTRO DÍA, A SEGUIR
ESPERANDO!!!
Estos
sucesos siguen poniendo de manifiesto, la dependencia total que tiene el ser
humano de la Naturaleza. Que esta no es rígida sino extraordinariamente activa
y que los espectaculares descubrimientos científicos, no han logrado romper esa
dependencia. Los modernos sistemas de predicción solo son fiables, pero en
ningún caso, exactos, por lo que esa fiabilidad es relativa, a efectos de su
seguimiento.
La
tendencia a la sequía, ha sido un mal endémico de nuestro país, que el modo más
seguro de solucionarlo, ha sido sacar en rogativas por las tierras yermas, a
los patrones del lugar yermo.
¡¡¡¿HABRA
QUE SACAR A SAN ISIDRO EN PROCESIÒN, PARA CONSEGUIR LA ANSIADA LLUVIA?!!!
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