Un caramelo de Madrid
A
finales del siglo XIX (1852), la Puerta del Sol centro geográfico de la ciudad
de Madrid, es un hervidero de gentes, muchas de las cuales entran en los varios
cafés de la plaza a calentarse el cuerpo, con un humeante café con leche,
mojando un suizo.
Uno
de estos, EL CAFÉ DE LEVANTE, famoso por la tertulia, de personajes célebres
que acoge entre sus paredes, y donde diariamente se habla de todo lo divino y
de lo humano. Entra un gran filósofo y escritor español MIGUEL DE UNAMUNO, se sienta en una mesa, pide uno con
leche. Se pone a leer la prensa diaria entonces muy abundante, observar el ir y
venir incesante de personas, pero sobre todo a cultivar su gran afición, hacer
pajaritas de papel de muchos tamaños (papiroflexia) dejándolas en la mesa, como
una extraña bandada D. Miguel es un excelente artesano de estas pajaritas.
Vicente Hijós, tiene un local al lado del café
(Puerta del Sol, 6), al que quiere dedicar a Bombonería, pero al que no sabe
todavía que nombre poner. Hijós también es cliente diario del LEVANTE, donde se
ha encontrado muchas veces, con D. Miguel y su mesa con pajaritas de papel.
Llega a la conclusión de que su local a de llamarse BOMBONERIA “LA PAJARITA”, como
homenaje a nuestro escritor y filósofo vasco-salmantino de todos conocido. En
él se pueden encontrar caramelos, chocolates, cafés y tés, aunque pasando el
tiempo se centró solo en caramelos y dulces (pajaritas).
Menta,
limón, naranja, coco, vainilla, frambuesa, ron, violeta, piña, café, plátano,
anís, rosa, malvavisco, chocolate y
fresa son los diferentes sabores de los caramelos más populares de Madrid
(consumidos también en altas estancias políticas, económicas y culturales de la
nación), y que crean autentica y verdadera adición entre los clientes
habituales.
Rectangulares,
envueltos en un papel especial en el que aparece un sencillo y original
jeroglífico que indica la dirección de la tienda antigua, Puerta del Sol 6.
Ahora se encuentran en Villanueva, 14 (lugar también bastante céntrico, al lad o de la Puerta de Alcalá), copia exacta del ambiente de la antigua tienda de Sol.
¡¡¡SON
DE VERDAD DELICIOSOS, ESTOS PEQUEÑOS TROZOS DULCES DEL MADRID DE SIEMPRE!!!
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