La lluvia descabala la ciudad
Aunque
el beneficio del riego de la ciudad por el agua de la lluvia, se está
convirtiendo en algo fortuito y escaso, por
la escasez de la misma. Estos días he tenido la oportunidad de ver
mojada alguna urbe española de tipo medio, lo que me ha ayudado a hacer alguna reflexión
sobre estas afortunadas ciudades y de sus habitantes, que tienen que moverse a
través de sus empapadas calles.
La
lluvia despista al ciudadano, suele intentar salir a la calle, con la misma
ropa que uso el día anterior que hacia sol. Lo primero que la situación
pre-lluvia, le obliga a hacer es volver a su casa, bien a coger una ropa
adecuada al día que se prevé o proveerse de algún adminiculo para defenderse
del líquido elemento, ya de mal humor por el tiempo perdido, vuelve a la calle,
para comenzar de una vez el día.
La
gente, en un día lluvioso, luce un vestuario de color oscuro y muy oscuro, no
sé si para hacer juego con los negros pensamientos que despiertan esos días en
las personas. El agua de las calzadas, es lanzada a las aceras por los coches,
que circulan veloces por una ciudad mal bacheada, bañando a los sufridos peatones con un líquido negruzco, mezcla de agua, gasolina
y porquería, que pone sus vestuarios en la necesidad perentoria de que una
tintorería los ponga otra vez en estado de revista, previo pago de su importe.
La hidrofobia, es una enfermedad que suele afectar a animales (sobre todo a
perros) y se caracteriza por un horror muy significativo al agua. Algo así, les
ocurre a muchas personas a las que yo he calificado como “hidrófobas”, se ponen
casi a templar si les cae un goterón de agua encima. Para defenderse de estas
“riadas” se arman de paraguas, normalmente transparente, cuyo hongo va montando
sobre un sólido armazón o varillaje metálico terminando, cada varilla en afilada punta. Con este paraguas-arma se
introducen entre la gente, sin mirar, van a lo suyo, si sacan un ojo a alguien, no importa, el caso es no
mojarse, caiga quien caiga. Llevan el paraguas más que abierto, encasquetado
como una armadura. ¿Por qué si les cae, una gota de a agua?, que desgracia. ¿Si
dejan a alguien tuerto?, no importa....
¡¡¡VERDADERAMENTE
LA LLUVIA DESCABALA A LOS URBANITAS!!!
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