Una Denominación de Origen en franco auge, Rueda




Situados al sur de la provincia de Valladolid y con pequeñas incursiones en las provincias de Ávila y Segovia, se extienden los viñedos de Rueda. La  mayoría crecen en una planicie elevada sobre el nivel del rio Duero constituida por terrenos poco  fértiles, arenosos y silíceos, sometidos a la inclemencias de un clima continental extremado. Las cepas se protegen del frio en pequeños hoyos, que a la vez sirven para aprovechar  mejor las escasas lluvias.

Los viejos vinos de Rueda, también a base de Verdejo, eran transparentes, muy fuertes y envejecidos en botas hasta 10 años, fueron perdiendo mercado, cayendo la D.O en una profunda crisis y pérdida de imagen

La imagen de Rueda cambió cuando se cambió el viejo viñedo y se introdujeron nuevas variedades Verdejo, Sauvignon Blanc reemplazando en casi su totalidad a la Palomino de la zona

La Verdejo es la uva autóctona que se ha adaptado perfectamente a las dificultades climáticas de la zona. El sólido cuerpo y la acidez de esta uva la hacen apta para la elaboración de blancos jóvenes como para ser envejecidos en madera. En los vinos de Rueda sometidos a crianza aparece en su superficie una especie de “velo de flor” similar al de los de Jerez.

El vino más significativo y de mayor calidad es el Rueda Superior, de aroma fino y elegante con notas frutales y que denota el marcado sentido varietal de la Verdejo. Los Rueda propiamente dichos, en los que la Verdejo se mezcla con la Viura, resultan unos vinos blancos frescos, ligeros y fáciles de beber. Algunos bodegueros están intentando producir tintos, sin resultados comerciales de momento


El Consejo autoriza también el espumoso Rueda, elaborado mediante el método tradicional, y los Pálido Rueda y Dorado Rueda, tradicionales vinos generosos de la zona, para los que también se emplea la Verdejo y que se diferencian en el tiempo de crianza, que es más largo en el caso del Dorado Rueda.

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