Los protagonistas de dos historias de mujeres (y 2)
...JUAN
SANTA CRUZ.- El típico representante de una determinad clase social y económica,
la burguesía degradada. El relato nos ofrece todos los detalles de su educación.
Joven, presumido, apuesto, reñidor si se tercia y dado al enamoramiento de
presas fáciles para su estamento social. Un señorito ocioso dedicado a
malgastar el patrimonio de sus progenitores. Encuentra casualmente a Fortunata
de quien se enamora y a la que fácilmente seduce. Santa Cruz, participa de los
triángulos amorosos que forman en la novela: Juanito, Fortunata y Jacinta /
Juanito, Fortunata y Maximiliano / Juanito, Aurora y Fortunata / Juanito,
Aurora y Jacinta.
MAXIMILIANO
RUBIN.- Frente al interés y pragmatismo de Santa Cruz, Galdós nos presenta a
este romántico idealista. Al seductor Juanito Santa Cruz se opone el
excéntrico, impotente y malformado Maximiliano, Rubinius vulgaris, según el
mote entre sus condiscípulos (Rubín, es farmacéutico). Como Feijoo y Segismundo
Ballester, se acerca con espíritu redentor a Fortunata, con la que se casa. Su
internamiento en Leganés (psiquiátrico) es el eslabón final de una serie de
hechos desgraciados y trágicos.
En
la vida de estos personajes principales, se cruzan y se entrecruzan otros de
distinto orden y calado, cuyo vivir dará origen a otras narraciones de nuestro
D. Benito de gran interés literario y humano, muchas englobadas en la novela
(Torquemada, Dña. Lupe, la de los pavos...)...
Pérez
Galdós ha abarca dedo con “Fortunata y Jacinta” una etapa de la historia, y de
la sociedad española, la turbulenta y
bulliciosa segunda parte del siglo XIX, que narra con maestría insuperable. La
novela es, además, exponente de la intensidad psíquica de personajes y situaciones,
de lo que Galdós se muestra como excelente conocedor. Nos presenta un cuadro
vivo de la sociedad española y nos ofrece un mosaico variado de personajes,
finamente individualizados, movidos por sus pasiones y marcadamente
representativos de la sociedad español de la época.
El
realismo español, alcanza con “Fortunata y Jacinta” su obra cumbre, tanto por
la extensión dada a sus temas, como por el eficaz tratamiento que de ellos se
consigue. Difícilmente podremos encontrar una obra literaria en la que llegaran
a enlazarse, con tal rigor, la historia de una época con su realidad individual
y social.
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