Los casi secundarios, en Fortunata y Jacinta (1)
Los
personajes casi secundarios de “Fortunata y Jacinta “son muy numerosos y
complejos. La novela da cumplida cuenta de los padres de Juanito y Jacinta,
pertenecientes a unas familias burguesas y endogámicas paradigmas de lo que era
la ordenada vida matrimonial y social en los medios de la burguesía. Son
representantes de una burguesía acaudalada que ha obtenido un buen provecho de
las ventajas económicas de la Restauración (advenimiento de Alfonso XII).Ambos
pertenecen a una clase social pragmática y moderada.
Destaco,
entre otros personajes, a Moreno-Isla, anglófilo con aire extranjerizante y
cortejador de Jacinta; la tía y tutora de Maximiliano Rubín, doña Lupe la de
los Pavos, sobrenombre debido al tráfico de esas aves que realizaba su
fallecido marido; esta alardeaba de haber sido rondada en el pasado por el
coronel Feijoo, solterón y consejero de Fortunata; a Segismundo Ballester
boticario y enamorado de ésta; a Mauricia “la Dura”, mujer rebelde, conocedora
de las andanzas de Fortunata a la que imparte ilustrativas lecciones practicas sobre
la vida y el amor. Citemos, asimismo, a Ponce, crítico y escritorcillo del tres
al cuarto, quien recibirá el esquinazo de
Olimpia, hermana de Aurora. Acompañará, a Fortunata, junto a Ballester,
en su último camino hacia el cementerio. Guillermina indistintamente apodada de
“rata eclesiástica “y de santa” es la mujer representativa de la clase alta y
adinerada, que se dedica a hacer el bien a los menesterosos para quienes
construye un edificio benéfico. Sus correrías por Madrid ayudan a conocer
distintos lugares y a sus habitantes más representativos. Esta dama benefactora
ocupa un lugar relevante en la novela, en cuanto sigue el proceso degenerador
de Juanito y el psicológico de su esposa, a quien entregara el hijo de Juan
habido con Fortunata.
Como
si se tratase de un retablo dramático, Galdós nos presenta a Don José Ido del
Sagrario, loco imaginativo y excéntrico, cuya mueca irresistible es la mueca
del esperpento, avant la lettre, a los
Hermanos Izquierdo, picaros y ruines, a Doña Desdémona, mote con que se conoce
a la mujer del comadrón Francisco de Quevedo, en su segundo parto...
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