Las pensiones, por fin con superávit



Entre los problemas que han agobiado continuamente en los últimos años a la hacienda española, ha sido el continuo aumento , casi exponencial del importe de las pensiones a satisfacer a los trabajadores jubilados, que han pasado una larga vida laboral cotizando para conseguir al final de la misma esa prestación económica, llamada pensión de jubilación.

En décadas anteriores, era algo que prácticamente no causaba distorsiones en el sistema, ya que los trabajadores jubilados tenían el buen gusto de morirse en un plazo prudencial con lo que el sistema no se resentía e iban pasando los distintos presupuestos estatales sin ningún sobresalto, para los encargados de turno en esta parcela.

Con eso del estado del bienestar (mangancias) los trabajadores una vez jubilados, no cumplen con la norma de sus antecesores, no se mueren como un jubilado decente debe hacer siempre (no hay principios) ya que ha terminado su vida laboral y así no causa problemas al Erario público que eso sí, se llevó  siempre sus aportaciones mensuales, religiosamente.

El aumento incuestionable de una nueva raza de jubilados con buena salud y perspectivas de una larga vida, ha determinado un problema casi insoluble, para los encargados de efectuar esos pagos. NO HAY DINERO, las aportaciones de trabajadores y empresarios, no dan para el pago de tanta pensión.

Los trabajadores cotizantes disminuyen (automatización de procesos, desaparición de empresas, sueldos muy bajos...) con lo que el dinero de las aportaciones ha bajado de forma espectacular, poniendo en peligro las prestaciones. Un problema que deberán resolver sin prisa, pero sin pausa las autoridades del ramo, de una manera efectiva, social y para largo tiempo, revertiendo el gigantesco DEFICIT.




Aunque al paso que vamos, el Superávit deseado va a llegar de manera sorpresiva y sin reuniones inútiles de políticos inútiles. Se ha visto que salvo honrosas excepciones, las personas que ingresan, en las pomposamente llamadas “Residencias de la Tercera Edad”, mueren pronto por la falta de los medios adecuados para asegurar su supervivencia en condiciones dignas. Ya empezamos a aclarar la situación, si a eso añadimos el COVID-19, del que ha dicho ARTHUR LAFFER, asesor económico de la  Casa Blanca: “EL CORONAVIRUS, ES DARWINIANO. ELIMINA A LOS VIEJOS, LOS ENFERMOS Y LOS POBRES...” Con estas dos ayudas tan importantes, ya se puede atisbar el soñado SUPERAVIT DE LAS PENSIONES DE LA SEGURIDAD SOCIAL, a la vuelta de la esquina.

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