Agresividad desplazada, no tiene la culpa
PEGAR
AL QUE SE PUEDE, NO AL QUE SE QUIERE, ese es el fundamento de un trastorno de
conducta agresiva que atañe a muchas personas de cualquier estrato social y que
suele ocasionar, muchos problemas de convivencia, en algunos casos de
dificilísima solución.
El
termino agresividad desplazada, se refiere a aquellas ocasiones en las que una
persona nos provoca enfado pero nosotros no reaccionamos de forma agresiva
hacia esa persona, (por miedo, jerarquía, posición social, amenazas...), sino
que agredimos a otra, que en principio, nada tiene que ver con aquella que nos
originó esta emoción, y que es más débil que esta y de la que no se espera
reacción alguna. Esto, además de la injusticia que supone el que alguien sin
aparente culpa pague por los pecados de
otro, y puede llegar a derivar en graves conflictos de incalculables consecuencias.
Y es que existen múltiples formas de ser agresivos, ya sea a través de golpes,
empujones, gritos, rumores, mentiras, manipulación de las relaciones sociales,
exclusión social, amenazas, insultos...
Comprender
como funciona la agresividad desplazada permite explicar una serie de
situaciones, por desgracia a menudo muy usuales, en las cuales no alcanzamos a
entender la razón por la que, en ausencia de conflicto, alguien se está
portando de forma agresiva con nosotros, ya sea el cónyuge, de clase, un amigo,
padres, hermanos.
Además,
este tipo de agresión desplazada parece que está implicado también en formas
más intensas y graves de conducta, tales como los malos tratos y violencia en
la pareja, a ancianos, niños...También se han denotado, la presencia de
comportamientos violentos de desplazamiento durante la conducción en carretera.
Las
personas que pueden provocar esos sentimientos desplazados, no suelen ser
culpables de que esto suceda ya que no conocen la psicología y situación
anímica de los que tienen alrededor, aunque algunas veces cargan las tintas en
la reconvención a la persona que luego va a vehicular la agresividad producida
a otro, inocente. Este suele ser conocido por parte del autor del
desplazamiento conoce su carácter no agresivo, y por eso le manda este regalo
envenenado.
¡¡¡CADA
PALO AGUANTE SU VELA, SEAMOS RESPONSABLES DE NUESTRAS ACTITUDES VITALES, SIN
CEBAR NUESTRO MAL HUMOR, EN CABEZAS INOCENTES, SEAMOS VALIENTES!!!
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