La ansiedad, señal de alerta
La
ansiedad (del latín anxietas, “angustia, aflicción) es una respuesta de
anticipación involuntaria del organismo frente a estímulos que pueden ser externos
o internos, tales como pensamientos, ideas, imágenes...que son percibidos por
el individuo como amenazantes y/o peligrosos, y se acompañan de un sentimiento
desagradable o se síntomas somáticos de tensión. Se trata de una señal de
alerta que advierte sobre un peligro inminente y permite a la persona que
adopte las medidas necesarias para enfrentarse a una amenaza real.
Una
ansiedad adaptativa no patológica, es una sensación o estado emocional ante
determinadas situaciones y constituye una respuesta habitual a diferentes
situaciones cotidianas estresantes. Por lo tanto, cierto grado de ansiedad es
incluso deseable para el manejo normal de las exigencias o demandas del medio
ambiente.
Únicamente
cuando sobrepasa cierta intensidad- desequilibrio de los sistemas de respuesta
normal de ansiedad- o se supera la capacidad adaptativa entre el individuo y el medio ambiente, es cuando la
ansiedad se convierte en patológica, provocando un malestar significativo, con
síntomas físicos, psicológicos y conductuales, la mayoría de las veces inespecíficos.
Ante
una situación de alerta, el organismo pone a funcionar el “sistema adrenérgico”.
Por ejemplo, cuando el organismo considera necesario alimentarse, este sistema
entra en funcionamiento y libera señales de alerta a todo el sistema nervioso
central. Cuando se detecta una fuente de alimento para la cual se requiere
actividad física, se disparan los mecanismos que liberan adrenalina, y se
fuerza a todo el organismo a aportar energía
de reserva para la consecución de una fuente de energía muy superior a
la que está enviando para conseguirla y que normalizara los valores que han
disparado esa “alerta amarilla”. En esos momentos el organismo, gracias a la
adrenalina, pasa a un estado de “alerta roja”.
El
sistema dopaminérgico, también se activa cuando el organismo considera que va a
perder un bien preciado. En esta situación, el organismo entra en “alerta
amarilla” ante la posibilidad de existencia de una amenaza, que no es lo mismo
que cuando la amenaza pasa a ser real, pues en
este caso lo que se libera es “adrenalina”.
La
ansiedad es una emoción que surge cuando una persona se siente en peligro, sea
real o imaginaria la amenaza. Es una respuesta normal o adaptativa, que prepara
al cuerpo para reaccionar ante una situación de emergencia. Por lo tanto, tiene
una función muy importante relacionada con la supervivencia, junto con el
miedo, la ira, la tristeza o la felicidad.
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