A mí sí, que no haya no.
Es
la vida relacional de las personas, surgen discusiones de todo tipo en las
cuales los intervinientes se posicionan de diferente manera (opiniones). Hay
personas que se distinguen por la cualidad o actitud que mantiene en sus ideas,
opiniones o deseos aun en contra de razones convincentes, discutiendo o
disputando de una manera obstinada y tenaz, que irracionalmente no cambia de opinión.
Lo
cambiante de las situaciones o la evidencia en las ideas, nos lleva en una
discusión a mantener nuestra posición, con los razonamientos adecuados para
convencer a nuestros oponentes, o cambiar de manera de pensar ante la evidencia
de los hechos o la fuerza de los razonamientos que nos han hecho los otros.
Es
un tipo frecuentísimo en nuestra sociedad y ocasiona numerosísimos problemas de
relación, se le conoce como tozudo, testarudo, obstinado, empecinado, obcecado,
porfiado, inflexible, intransigente, machacón, cabezón, obsesivo... cada uno
de estos sinónimos tienen rasgos comunes
y algunas diferencias. A esto si le añadimos una baja o bajísima estima, una
personalidad floja, unos marcados sentimientos egocéntricos, empatía escasa,
nos encontramos con ese pequeño dictador, que tiene que imponer como sea su
voluntad ya que si esto no es así, manifiesta
su hostilidad al ambiente circundante al que intenta atemorizar con todo tipo
de actitudes histriónicas (gritos, lloros, amenazas, insultos...). No admite equivocaciones en su
posicionamiento, siempre tiene razón, los demás le persiguen. Tienen la
capacidad suficiente para complicar hasta el infinito su vida de relación, ya
que todo lo pretenden obtener por la tremenda sin pensar en los demás.
Este
personaje (mujer u hombre), si logra amilanar a su entorno, se convierte en una
especie de pequeño dictador que regaña y apabulla a su grupo de relación y él
nunca reconocerá sus errores y equívocos que tratara siempre de revolver para
achacárselos a los demás.
En
la vida familiar, se le conoce también como el consentido. Unos padres temerosos,
acomodaticios o pasotas, le permiten todo, en supuesto beneficio de la paz
familiar, en una palabra dan carta de naturaleza a su tozudez, machaconería y
obcecación, que va a mantener a lo largo de la vida.
¡¡¡LAS
EXCEPCIONES NO SE LOGRAN A GRITOS Y LLOROS, SI NO CON UN EJEMPLO DE VIDA!!!
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