Sobre la guitarra flamenca
El
flamenco que como hemos visto, no es una reacción popular, contra la música
culta, sino un genial sistema de hibridación y mezcla, presente en la cultura
española desde tiempos muy lejanos, que junto
a la guitarra flamenca, es la mejor prueba de esto.
La
guitarra flamenca nace tras un largo y fascinante periodo de intercambios entre
lo popular y lo culto o, mejor dicho entre la música no reglada o intuitiva y
la música con partituras o académica. La llamada “guitarra popular” del siglo XVI, el instrumento
español por excelencia estaba concebida para acompañar canciones bailables y,
por tanto, se apoyaba en un fuerte componente
rítmico en el que la técnica principal era el rasgueo, lo que en el
siglo XIX se conocía como “toque a lo barbero”.
Se
diferenciaba de la más compleja vihuela, para la que existía un .repertorio de
la vihuela se nutría de fuentes
populares y tradicionales, pero estilizadas mediante las llamadas “diferencias”
unas glosas musicales que partían de melodías previas para enriquecerlas, lo
que hoy llamaríamos “variaciones” y, en el ámbito del flamenco “falsetas”.
Tan
conocido es el uso de esa guitarra popular en el XVII para acompañar danzas
españolas en Europa que fuera de nuestras fronteras se la conocía como “guitarra española”, ya con cinco órdenes
de cuerdas (las cuerdas dobles) en vez
de con cuatro. En el siglo XVIII, Cádiz
destaca por la construcción de guitarras, con unos avances organológicos
notables, como el añadido del sexto orden con la posterior simplificación a
cuerdas simples.
En
la segunda mitad del siglo XVIII se tañerá en los entreactos de obras españolas
y acompañara aires nacionales (fandangos, jotas, olés, tiranas, polos, seguidillas...),
cada género que se ejecuta con la guitarra, se llama “palo”. Todo ello era una
clara reacción frente a la música italiana y francesa que llegaba en forma de
ballets y óperas.
La
guitarra adquirirá tal complejidad y universalidad (PACO DE LUCIA, MANOLO
SANLUCAR, VICENTE AMIGO...) que llegara a configurar un nuevo sistema armónico,
el llamado modo flamenco, exclusivo de esta música. Y así, abriéndose paso a
codazos por entre la cultura oficial y académica, el flamenco el flamenco
engendra un universo estético inabarcable y termina siendo fuente de
inspiración para músicos cultos dentro y fuera de España, desde Manuel de Falla a Michael Glinka. Hoy es una música
clásica reconocida en todo el mundo.
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