Guarrerias en tiempos de epidemia
En
tiempos del coronavirus, es necesario recordar dos conceptos epidemiológicos,
para situarse mejor en la cuestión. EPIDEMIA, es una enfermedad accidental transitoria,
generalmente infecciosa, que ataca al mismo tiempo en una zona determinada, a
un gran número de personas, animales o plantas. PANDEMIA, es la afectación de
una enfermedad infecciosa de los humanos a lo
largo de un área geográficamente
extensa o muy extensa. El reducir el grado de afectación de la enfermedad
infecciosa, por parte de todos, es una obligación ética y personal para la
totalidad de la población y todos podemos hacer algo.
En
España, seguimos siendo diferentes. Por la tormenta mediática, generada a
raíz del problema surgido, nos enteramos
que entre las medidas a tomar, está el limpiar y desinfectar diariamente los vehículos de los servicios públicos del transporte
madrileño o de otras ciudades.
Yo
me pregunto, ¿pero eso, no se debe hacer siempre haya o no epidemia declarada?
y si eso, que no han tenido ambages en publicarlo, ¿Habrá más normas elementales, en esa situación de
limbo administrativo-político típica, hasta que esta epidemia se agrave, o
surja otra, que las haga resucitar? ¡¡¡QUE PAIS!!!, el significado de la
palabra “prevenir”, no se conoce.
La
población tiene que sentirse protegida por la actuación coherente de sus
autoridades. Se debe informar verazmente y al minuto, de lo que pase, y de las
medidas a tomar en cada caso, la gente se tranquiliza de esta manera tan
sencilla, CON INFORMACIÓN VERAZ, VERAZ Y VERAZ.
¡¡¡
Que a la población española, haya que explicarle ahora, como debe ser un
correcto lavado de manos y la importancia que tiene la higiene personal para
impedir la proliferación de enfermedades infecciosas, por lo menos tiene
gracia, por no decir algo mucho más fuerte y ofensivo.
Después de los aludes de pedagogía que se han hecho por todos los medios, para que la gente tome una actitud ofensiva-defensiva contra el “CORONAVIRUS”, presencie yo lo siguiente. La mañana de ayer en una de las salas de espera de uno de los más importantes centros hospitalarios madrileños, llena de personas, equipadas con su correspondiente mascarilla. Observe como varias, se levantaban la misma, con objeto de extraer caramelos o chicles de la boca, dejando estas excretas, para la alimentación y transmisión del “BICHITO” que así lo hará mucho mejor VIVA LA HIGIENE...para que seguir, que Dios nos asista, lo necesitamos por nuestras guarras ocurrencias.
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