Mayores, antes viejos
La
biografía (bios, vida) de una persona, es el paso por la vida de la misma,
hasta finalizar su existencia con su desaparición, su muerte. En este camino
vital, va atesorando vivencias y más vivencias (positivas y negativas). Al calor
de las mismas, ha tenido que tomar decisiones (acertadas o equivocadas). Constituyendo
todo este proceso mental, lo que se ha dado en llamar, EXPERIENCIA PERSONAL.
Esta
EXPERIENCIA PERSONAL de una generación, ha servido históricamente de guía a las
generaciones subsiguientes que acudían siempre a ellos (Consejos de ancianos)
pidiendo consejo, para resolver situaciones complicadas que surgían en la
comunidad.
Pasan
el tiempo y las edades, los pueblos consideran que los ancianos ya no
interesan. Tienen mucha palabrería huera y poca fuerza para ayudar a los
jóvenes a combatir a otros pueblos que les atacan. Las batallas se ganan a
mazazo limpio y no con palabras. Ya, los tan necesarios viejos de antes, no
sirven a la comunidad y de alguna manera hay que hacerles desaparecer, por lo
menos socialmente, cara al rejuvenecimiento
de la población.
Los
todavía viejos, entran a vivir en una situación social lamentable, en muchos
casos rechazados por sus propios familiares como un estorbo más, hay que
recluirlos en asilos normalmente dirigidos por comunidades religiosas que toman
sobre sí, la misión que no puede o no
quiere hacer la familia.
Hay
una época desarrollista a partir de los años 50 del pasado siglo, que hace
necesario que la mujer irrumpa en el mundo laboral bien por necesidad vital de
cooperar con su compañero o por el derecho lógico a promocionarse y prosperar
como persona (preparada estaba de sobra). ¿Pero dónde se deja a los hijos,
cuando los padres van ambos a trabajar? ¿Quién puede hacernos el papel de
au-paire?, los viejos, a los que ya se les empieza socialmente a llamar
ancianos.
Han surgido unas generaciones de personas, toda su vida trabajando, disfrutan de
mejores estandares de vida (pensiones, ahorros y salud). Las mejores
condiciones de vida, hace que la gente viva más y mejor, no quieren morirse y
si vivir. En muchos casos, son económicamente autónomos e incluso ayudan a sus
hijos. Se manifiestan por sus derechos sociales de manera ruidosa a veces
(mejores pensiones, políticas socio-sanitarias reales...), piden ser
miembros activos de la sociedad en todos los aspectos. YA EL RESTO DE LA
SOCIEDAD, NO LES LLAMA DESPECTIVAMENTE VIEJOS, SINO ¡¡¡PERSONAS MAYORES!!!
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