Comida, Ecología y Low Cost


Vivimos en un tiempo de confusión de todo y por todo, la vida actual con ayuda de la publicidad y los tontos vamos a decir útiles (las personas, que se creen todos los mensajes ideológicos que les llegan sin tamizar) es como un gran rio revuelto, donde unos pocos consiguen ganancias considerables. Si todo esto se acompaña de términos rimbombantes, no inteligibles el éxito está casi asegurado.

Todo esto me viene a la cabeza, después de comer ayer en un extrañísimo local, recién inaugurado cerca de mi domicilio. El restaurante se llama “LAMUCCA”, establecimiento de una cadena que se está estableciendo en Madrid  y de la cual ya funcionan varios en la ciudad.

La decoración y ambiente del local es una mezcla confusa y difusa, con toques recordatorios de los bistrós franceses y pubs anglosajones, con horrible decoraciones pictóricas que imitan a maestros de escuelas pintura de vanguardia. Lleno hasta la bandera, el ruido producido por tanta gente acompañado de una música desquiciante a tope, prometían un ambiente poco prometedor para un almuerzo tranquilo.

El servicio voluntarioso pero perdido entre tanta mesa y con clientes tan vocingleros, nadie entendía a nadie, hacían lo que podían. Las palabras ecología (no conocía la existencia de mejillones ecológicos (sic)...), flexivoro (más carne que pescado en la extensísima carta, no se), son la bandera del local, anzuelo para incautos.

La comida regular: mejillones picantes (no se notaba el picante por ningún sitio) bastante insípidos. Tartar de salmón escoces, marinado en tres cítricos (el salmón solo sabía a los cítricos, falta de equilibrio) lógicamente súper ácidos, ¡¡¡una pena!!! Una anodina tarta de queso, fue el postre. Todo regado con un rosado navarro “Catulo”, sin comentario especial, muy normalito. Ah, destaco las originales cubiteras imitando las jarras del agua, que se usaban en las antiguas jofainas de aseo. Precios normales.

Me ha recordado este restaurante a las compañías aéreas low cost. Te llevan a los sitios (aquí, comes), pero con muchas incomodidades (aquí, ruido, cocina y algún anzuelo para incautos).




¡¡¡PREFIERO UNA BUENA Y CLASICA CASA DE  COMIDAS!!!

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