Lo mejor de Garcilaso-1
El
Renacimiento, conlleva la irrupción en Europa de nuevas formas de
versificación, para hacer más esplendida la expresión poética. Destaca entre
estas EL SONETO, que es una composición de arte mayor, integrada por dos
cuartetos y dos tercetos, con rima consonante (normalmente). Uno de sus más
destacados cultivadores fue GARCILASO DE LA VEGA, Toledo hacia 1501-Niza
(durante su cerco 1536). Hijo de madre inca.
Cuando
me paro a contemplar mi estado
y ver
los pasos por dó me han traído,
hallo,
según por do estuve perdido,
que a
mayor mal pudiera haber llegado;
mas
cuando del camino estó olvidado,
a
tanto mal no se por dó he venido;
sé que
me acabo, y más he yo sentido
ver
acabar conmigo mi cuidado.
Yo
acabaré, que me entregué sin arte
a quien
sabrá perderme y acabarme
si
quisiere, y aun sabrá querello;
que pues
mi voluntad puede matarme
la
suya, que no es tanto de mi parte,
pudiendo,
¿Qué hará sino hacello?
Este soneto, fechable entre
1526-1532 y editado habitualmente como apertura de la obra garcilasiana,
desarrolla la reflexión del amante sobre el pasado, para conducir que la muerte
inminente es el final más cierto de su errático caminar.
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