El finde...realidad o deseo
Los
tres días últimos de la semana (viernes, sábado y domingo aunque este menos),
es el espacio que los humanos dedican a descansar de los trabajos anteriores y
coger fuerzas para el siguiente periodo laboral.
Los
humanos estamos sometidos a la
disciplina de cualquier tipo de ocupación, remunerada o no, nos cansamos, nos
agotamos y necesitamos o pensamos que
necesitamos recobrar nuestras fuerzas físicas y psíquicas, para seguir
realizando nuestras tareas, con normalidad.
Una de las cosas más difíciles de programar de antemano, es un descanso o una
diversión, porque aunque no tenga explicación lógica, las previsiones en los
descansos y juergas no se cumplen casi ninguna, intervienen imponderables que
dan en la línea de flotación de los mismos y los anulan indefectiblemente
(enfermedades o pretextos de última hora, enfados, discusiones varias y todo se
va al traste...).
Pasados
y solucionados estos preliminares, la gente que quiere disfrutar de su fin de
semana (“finde...” para los amigos y
envidiosos) se lanza con un ímpetu digno de mejor causa a conquistar la calle y
a partir de aquí, encontrar aventuras por doquier, que permita contar a los
compañeros y conocidos, los extraordinarios lances ocurridos durante el actual
“finde...” y así conseguir la admiración de los demás y también y porque no, su
envidia. Muchos “fin de...”, en el único sitio donde parecen adquirir una cierta
brillantez, es en el verbo arrebatado, de quienes los cuentan y de quien
escuchan con un sentido admirativo, pastueño de miembros de la sociedad
española actual dominada por tonterías de todo tipo.
No
hay que convertir el descanso semanal, en una diversión para repetirla hasta la
saciedad, pues entonces más que distraer cansa. Parece que la famosa
“globalización” también ha creado, que las personas en cualquier país, para divertirse o entretenerse hagan lo mismo, en función de su nivel
económico-social (sexo, comida, bebida...), todo si es posible hasta el
hartazgo, así uno se divierte más, ¡¡¡VIVA EL FINDE!!! Y así nos va.
Usemos
nuestros descansos, sobre todo con lo que no hacemos habitualmente: ENRIQUECERNOS
COMO PERSONAS CON EL TRATO CON NUESTROS FAMILIARES Y AMIGOS, DIVERTIRNOS,
PENSAR QUE LA VIDA NO SOLO ES TRABAJO, es algo más enriquecedor...
De
esta forma nuestro RELAJANTE FINDE habrá
sido una realidad y no un simple deseo siempre fallido.
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