Al final, jadeando subimos
Al
final y resoplando como toros jadeantes, remontamos y alcanzamos la cima del
primer gran obstáculo económico del año, LA CUESTA DE ENERO, aunque según los
graciosos malajes, que en todas partes existen, vamos a empezar la escalada de
otro obstáculo más difícil, LA CUESTA DE FEBRERO, convirtiendo así el año
económico personal, en una sierra con doce cimas, cada una de ascensión
económicamente peligrosa y mareante.
La
epidemia, casi pandemia de vivir por encima de
nuestras pasibilidades, desear lo que no se tiene, hacer todo lo posible
por conseguirlo, siempre ayudados por campañas de marketing agobiantes, para
consumir, consumir y consumir a cualquier precio (BLACK FRIDAY, REYES/PAPA NOEL,
REBAJAS...) nos hace meternos en deudas que hay que pagar a fecha fija, con la
consiguiente sangría de nuestras
reservas, por lo que hay que priorizar, ¿QUÉ PAGAMOS PRIMERO, CON NUESTROS
EXIGUOS DINEROS...?. Hay empiezan los problemas.
En
ese comprar a toda costa todo lo que deseemos, contamos con un enemigo
infiltrado en nuestra propia cartera, este es la TARJETA DE CREDITO, es tan
fácil, nos gusta algo, enseñamos la tarjeta, firmamos un papel y sin más nos
llevamos el objeto de nuestro deseo, ¡¡¡QUE FACIL!!!,. Pero en un plazo determinado
vendrá un cargo por su importe a nuestra famélica cuenta, que dará al traste con
nuestra “alegría consumista”. Las diversas tarjetas de crédito, son como los
perros llamados peligrosos, hay que embridarlos y solo sacarlos en caso de
estricta necesidad. La estocada de las tarjetas, puede ser un golpe de gracia
para una economía exigua, que nos impida llegar a las cimas de los difíciles meses.
No
vivamos por encima de nuestras posibilidades, eso se paga, más pronto o más
tarde. Estamos viviendo una época económica desconcertante, se está
pretendiendo terminar con la famosa CLASE MEDIA (los que tienen algo, aunque
sea poco), que ha sido siempre elemento social de moderación en la vida del
país, se pretende disecarla con el consumismo feroz, y hacerla así más manejable
a los dictados de las clases dirigentes que manejan el entramado del país,
aumentando las ganancias de las multinacionales que dirigen todo.
Recordemos
los recursos con los que contamos, no pretendamos cosas imposibles, no nos
salgamos de nuestras posibilidades...y así llegaremos a las cimas con cierta
facilidad y sin ahogos innecesarios.
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