Tiempo de cítricos
La
naturaleza, nos está poniendo en la mano en estos tiempos meteorológicamente revueltos,
los medios naturales necesarios para poder prevenir y en caso necesario
combatir, las afecciones respiratorias y de otro tipo, que estas convulsiones
de lo natural producen en la gente Generalmente con buenos resultados. Los cítricos, ahora en plena temporada
(naranja, mandarina, lima, limón, kiwis...), con su gran aporte de vitamina C, facilitan
la prevención de estos trastornos estacionales.
Estos
remedios, tan al alcance de la mano, no sirven para nada en otros casos de
afecciones sociopolíticas que están afectando con agresividad a todos los
españoles de una u otra manera, lo que nos hace pensar con realismo que la
“libertad de expresión” es una quimera que manejada por expertos que obedecen
ordenes de ciertos grupos de expresión, permiten lograr de la ciudadanía, un
rebaño que va a pastar a donde le mandan.
El
aluvión de información que tiene el españolito medio, que no puede digerir, ya que no da más de sí, no le permite tener
una posición clara sobre los problemas que le afectan. Esta indefinición
popular, pone en bandeja a las minorías interesadas, tomar unas decisiones
“democráticas” sobre temas de importancia crujíal, sin apenas oposición
destacada, pero con un falso marchamo popular, de un pueblo manejado, al cual con
estos manejos, se le hace sentir encima “libre”...
¿Cómo
defendernos de esta infección? Dejando atrás viejos atavismos y mantras que
asfixian nuestra conciencia política y nos impiden de verdad participar de
alguna manera en POLITICA (según los griegos, que sabían mucho de esto,
POLITICA, es la administración de la ciudad), es una necesidad imperiosa que la gente
participe, atraves de los cauces correspondientes. Si no sirven los actuales,
habrá que modificarlos desde dentro (son necesarias propuestas imaginativas y
actualizadas de los grupos-partidos políticos vigentes o nuevos que puedan
surgir).
Un
político, no es un ente zoológico diferente, no pertenecen a una raza distinta,
como parece colegirse por el desprecio y la indiferencia con que se les nombra. Son del pueblo y para el
pueblo que los ha elegido. Si no cumplen con el mandato de las urnas, se les destituye,
no se les elige para que nos representen.
Por
todo lo dicho, pienso que la PARTICIPACIÓN LIBRE de todos los españoles (según
sus posibilidades) en la POLITICA de su país, es el mejor fruto, en este TIEMPO
DE CITRICOS, para prevenir infecciones sociales malignas.
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