Los chisperos, comen italiano
Los chisperos madrileños,
conocidos también como manolos, eran los que tenían o trabajaban en una fragua
(fogón, donde el carbón producía el calor suficiente para poner el hierro
incandescente y poder trabajarlo a martillazos), donde se realizaban y se arreglaban objetos de hierro de todo
tipo. Fueron el arquetipo del madrileño popular de aquel entonces, redecilla en
la cabeza para preservarse el cabello y
muy jaranero (siglo XVIII hasta mediados del XIX) y fueron glosados por
diversos escritores, señalare, “EL MANOLO” de D. Ramón de la Cruz. Hoy tienen
dedicada una plaza y un grupo escultórico, entre Luchana y Trafalgar.
En Trafalgar y cerca de la
plaza de los Chisperos, DA GIUSEPPINA, es un restaurante italiano que frecuento con alguna frecuencia y a donde acudí
a comer, con mi familia el pasado festivo.
El establecimiento, es
pequeño pero los llenos frecuentísimos, por el encanto italiano del local y la
sinceridad de su cocina. El servicio simpático, ágil e informado. Tiempos de espera, entre plato y plato normales,
no da tiempo a bostezar. Materias primas
de procedencia italianas y de alta calidad, por cierto tratadas en la cocina con mano maestra.
Tomamos:
pan artesanal (foccacia), parmigiano Vacche rosse (francamente, un queso
delicioso). Crocchete bacalao (sugestiva forma de dueño con limón. Tiramisú
(una delicia, hecha magistralmente, repito una delicia) y para hacer la
digestión, tres Amarettos di Sarognno (licor de almendra y albaricoque), para
hacer bien la digestión.
El vino
es punto y aparte, tienen botellas de los mejores caldos del país y el dueño
Ignacio, un gran conocedor del tema nos aconsejó una maravilla que nos alegró
la comida: ANZENAS, (DO Sardegna) tinto, monovarietal, con una uva semejante a
nuestra Garnacha, CANNONAU DE SARDEGNA, con un sabor marcadamente frutal e irisaciones
florales, fresco, buena nariz y persistente en boca.
Con una
comida así tan cerca, no me extraña que en las frías noches de invierno, se
oigan a los chisperos de la estatua en su plaza, cantar tarantelas.
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