Resumen sucinto de unas vacaciones (y 2)
La
Palma, la isla bonita
Una
gran sorpresa te llevas al llegar en avión y sobrevolar la isla de San Miguel
de la Palma, estamos en un lugar montañoso y de abundante vegetación, que se
trasluce en una diversidad de paisajes que impresionan. Es como otro mini-país
en el conjunto variadísimo de las Islas Canarias, un verdadero continente en
miniatura. Playas, no tan extensas como las de Fuerteventura, pero con la
peculiaridad de que son de arena volcánica negra, muy cómodas y dotadas de todo
tipo de servicios, para hacer agradable la estancia y el baño al visitante.
En
materia de alojamiento, estuve alojado en los apartamentos PLAYA DELFIN, con una
dotación vivencial muy simple pero con la ventaja de una terraza prácticamente
colgada de la playa de la Morena (Los Llanos de Aridane), con una vista increíble del Océano Atlántico, lo uno por lo
otro.
Quiero
destacar la limpidez del cielo palmero. Las noches es un espectáculo ver el
manto de estrellas que cubre la isla, así
se explica las instalaciones multinacionales del Roque de los Muchachos, para
la observación astronómica del espacio exterior. ¡¡¡Un lugar superidoneo!!!
Un
vino palmero a comentar VEGA NORTE, blanco (85% listan blanco de Canarias y 15%
albillo criollo), perfecto para el maridaje con: pescado fresco, ensaladas,
paellas, mariscos y pastas, con gran presencia de fruta tropical sobre un fondo
floral, proporcionando una boca persistente, golosa y fresca.
Gastronomía,
En el pueblo de Barlovento, en el centro de la Isla, se encuentra EL ASADOR EL
CAMPESINO (verdadero emporio de comida autóctona muy recomendado), una joya y
encima a precios normales tirando a bajos (22,70€ por comensal, incluido IGIC).
Pedimos: queso asado, ensalada de gofio (extraordinaria), bacalao asado, papas
arrugadas con mojo, chuleta de cerdo (1200 gramos), vinos normales todo
perfectamente preparado, cocinado y con excelentes materias primas.
También
es digna de señalar, la cocina del Parador de La Palma (bellísimo edificio y
jardín de estilo canario, con maravillosos ejemplares de la flora de las islas), que hacen excelentes
elaboraciones con los pescados indígenas (peto y patudo) y otras creaciones de
alta cocina sabrosísimas, siempre con sello isleño.
Esto
es un resumen sucinto, termino porque no quiero aburrir.
¡¡¡
LA PALMA ES UNA ISLA PARA VIVIRLA, NO PARA DESCRIBIRLA!!!
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