Varia gomera y el Gomerón

 

Una primera singularidad isleña, es un originalísimo y arcaico medio de comunicación (ideal para poder poner en comunicación, núcleos urbanos aislados por los valles y montañas tan abundantes en la isla), EL SILBO GOMERO, reconocido por la UNESCO, como, inmaterial de la Humanidad. Tiene su propio método de aprendizaje (su alfabeto musical, que identifica los sonidos de las letras de las palabras y situaciones normales. Se trasmiten con los dedos de las manos en los labios, colocados adecuadamente para producir los sonidos correspondientes a lo que se quiere transmitir.

Los vinos de la Isla todavía no han roto moldes, están en una fase embrionaria, apuntando maneras. Algunas monovarietales a base de uva forastera canaria, listan blanco, tinto, moscatel, negra mol y tintilla, son de   una calidad superior a la normal, prometiendo si se si sigue trabajando como hasta ahora con honestidad, profesionalidad y conocimiento, se puedan producir excelentes caldos de D.O. Es curioso como llegó la forastera canaria a tierras gomeras y se desarrolló allí. Un barco de carga francés atracó en el puerto de San Sebastián (la capital de la Isla) con vides francesas, de las cuales una parte quedaron en tierra. Los agricultores autóctonos, no recordando el nombre en francés de las cepas, y para darles un nombre, las denominaron “forasteras”, que en verdad lo eran. Los gomeros actuaron con humor y sentido común y lanzaron un denominación nueva, al mundo de la Enología.

La abundancia de ganado ovino y caprino proporciona una excelente leche materia prima para obtener y fabricar una gran gama de quesos de gran calidad de diversos tipos y texturas. Llega la habilidad y talento de los queseros gomeros a usar trozos de queso viejo, mezclados con gofio, mojo rojo o pimentón, a crear el Almogrote sabrosísimo y suculento paté. Se consume bien solo, o como compañero de otra otras viandas, a las que potencia el sabor (pescados, carnes…).

La gran vegetación que cubre la Isla, da posibilidad a la  “abeja negra”, a  contribuir con su miel a obtener mezclándola con aguardiente una riquísima  bebida  que alegra  los corazones a todos los que lo prueban, EL GOMERON.