Onomásticas, cumpleaños y regalos
Hay días en la trayectoria de una
persona, que cobran especial importancia en el desarrollo de su biografía
particular y colectiva. Para celebrar aniversarios de estos acontecimientos,
entre otras jornadas señaladas: la fecha de nacimiento o cumpleaños y su día onomástico
u onomástica. Aparte otros señalados, que celebran aniversarios importantes
para la vida de la persona (bautizo, matrimonio, graduación, trabajo…). Los más
conocidos y celebrados entre otras con un regalo al protagonista son. La fecha
de nacimiento y la onomástica.
La fiesta onomástica u onomástica,
es el día en que, según el santoral católico, es la festividad del santo en
honor del cual se puso el nombre a alguien. Es muy común que este término se emplee
como sinónimo de cumpleaños, pero esta palabra se refiere al listado de los
nombres del santoral, por lo que lógicamente no son sinónimos.
El regalo, es algo material que
se da a alguien gratuitamente para conmemorar algo agradable y placentero para
ambas partes. El regalo es una la muestra más evidente de cómo se tratan las
personas y el interés que demuestran entre sí. El regalar es actualmente y en
muchos casos, una obligación social (unos grandes almacenes, hablan en su
publicidad de la elegancia social del regalo y yo lo cambiaría por la elegancia
cordial del regalo, que lo haría más humano y directo).
Una persona ya con el deseo de
querer regalar a otra, lo está empezando a hacer, la esta regalando el tiempo
que emplea en pensar en ella y encontrar algo que la satisfaga (el mejor regalo,
que un humano pueda a hacer a otro, es su tiempo).
Esas personas que dicen que no se
les ocurre nada que pueda satisfacer al otro, porque no sabe o piensa para auto
disculparse que el otro tiene de todo, están matando la ilusión de la sorpresa
que toda persona espera de sus semejantes. Ya para rematarlo, hay muchas y
muchos que salen del paso regalando dinero y matando la ilusión de la espera al
otro, con el pretexto de que se compre lo que quiera.
PASEMOS DE PRACTICAR LA ELEGANCIA SOCIAL DEL REGALO POR LA REALIDAD CORDIAL DEL REGALO.
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