Un templo del madrileñismo eterno
s
el barrio surgido en torno al Mercado de la Cebada (Las Cavas, Puerta Cerrada,
Calle de Toledo, Pza. de la Cruz Verde...), sigue el perímetro casi exacto de la
vieja Medina del antiguo Madrid árabe.
El
Mercado de la Cebada, a partir de 1870 se situó en la llamada “Plaza de Riego”,
dando posteriormente este nombre al resto de la plaza. El núcleo de este
mercado había sido desde el siglo XVI un conjunto de puestos al aire libre,
allí ubicados. Su cercanía a la Puerta de Toledo, ponía cerca los productos que
entraban por ella, provenientes de las provincias del centro y sur de la península.
A
finales del siglo XVIII, el aumento de habitantes residentes en Madrid, hizo
que se pensara en la posibilidad de crear un mercado capaz de abastecerlos de
alimentos de todo tipo, y de proporcionar recintos higiénicos a los mismos.
Es
por esta razón por la que se adjudicó la obra a la empresa de MARIANO RIPA,
además de las del “Mercado de la Plaza de los Mostenses”. En el año de 1868, el
arquitecto Mariano Calvo y Pereira, Proyectó y diseñó los
dos edificios. Ambos poseían como característica común, el empleo de hierro forjado en sus estructuras. Las obras comenzaron en
1870 y finalmente se inauguró el 11 de junio de 1875, por el rey Alfonso XII.
El
Mercado, llegó a ser a comienzos del siglo XX uno de los más importantes de
Madrid. Durante la Guerra Civil Española, fue la novedad de un Consejo Obrero,
democráticamente elegido, de que se
encargara de su administración.
Debido
a problemas higiénicos en sus almacenes el viejo edificio se derribó en 1956, construyéndose
en su lugar en 1958, un nuevo mercado, de aspecto más funcional y modernísimas
instalaciones complementarias (frigoríficos, muelles descarga...). El Marcado
pasó a ser de “Central” a ser simplemente un gran Marcado de barrio.
Los
cambios en las costumbres de compras, así como la aparición de otros mercados
de abastos en la ciudad, han hecho que a comienzos del siglo XXI, el espacio
que ocupa el mercado, ya no está tan justificado. Es por lo que se aprueba en
2009 una remodelación del mercado, introduciendo huecos (el turismo es masivo,
en la zona) para venta y degustación de vinos y productos españoles. Visitas
guiadas, Teatro, Magia y
Cuentacuentos...
Este
lifting ha dado nuevo impulso y esperemos larga vida, a este viejo Mercado de
la Cebada.
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