España, es de todos los españoles

 

La Historia de nuestro país, está plagada de acciones, hechos y manifestaciones por parte de una minoría mayoritaria de su población, que se apropia de la estructura nacional en función de unas ideas nacionalistas auto exacerbadas por parte de esa misma minoría. Fuera de esa estructura, no hay nada, el silencio más absoluto, te convierte, se convierte en apátrida, dentro de tu propio país. Esto está sucediendo en la actualidad, en muchísimos países del mundo, incluido el nuestro por la proliferación de violentos movimientos extremistas de todo tipo (izquierda, derecha), que parecen los encargados de proporcionar el título de ciudadano al que cumpla con las normas de sus idearios y al resto a perseguirlos por cualquier medio.


En España, hay muy poca, poquísima idea de país, lo contrario de nuestros vecinos galos (ante todo Francia, para todo) Los españoles no están acostumbrados a unirse para perseguir y conseguir algo en común para su desarrollo. La idea de un país (conjunto de ciudadanos, que viven en un mismo territorio, bajo una misma autoridad y protegidos por una misma legislación), en el nuestro es relativamente moderna, se puede decir que comenzó a calar en la población a partir de principios del siglo XIX (guerra de la Independencia).


El desarrollo político español, por esto y otras cosas, se ha basado más en los conceptos de región, autonomía, provincia que en el de nación compacta. Dos hispanos, que se encuentren en el extranjero se preguntaran siempre por la región de procedencia (andaluz, aragonés, etc.) pero nunca sobre el país de origen.

Nuestro país, ha sido a lo largo de su historia escenario de numerosísimas contiendas civiles (enfrentamientos de facciones de españoles, con distintos credos políticos), lo que ha generado todo tipo odios, resquemores y a ser posible deseo de venganza cruenta. Hoy tenemos ejemplos bastantes, con las actuaciones casi diarias de estos auténticos energúmenos que con la bandera española bien visible, o banderas de todo  tipo y condición se dedican a atacar y asustar de todas las formas posibles a personas (algunas, por su aspecto) e instituciones que piensan diferente a ellos (derechas e izquierdas).


No y mil veces no, España es de todos (correligionarios y contrarios), de los que piensan de una manera o de otra. Todos deben tener y tienen cabida en el país, que es de todos (apartando diferencias) repito.

El país se construye entre todos con LA FUERZA DE LA RAZÓN, NO LA RAZÓN DE LA FUERZA.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Segovia es asado, el asado es Segovia.

Tempus fugit

Saber retirarse a tiempo