Autoridad y responsabilidad

 

La historia del mundo se va realizando por un dificilísimo e inestable equilibrio en todos los actos entre autoridad y responsabilidad, por parte de sus actores.



La autoridad, es la facultad o derecho de mandar o gobernar a personas que están subordinadas. Responsabilidad, es el cumplimiento de las obligaciones o el cuidado al tomar decisiones para realizar algo. Se utiliza también para referirse a la obligación de responder ante un hecho. En muchos casos la responsabilidad viene dada por un cargo, una sola circunstancia: como un puesto de trabajo o la paternidad.

La toma de decisiones para realizar alguna acción constituye la parte más dificultosa en el ejercicio de la autoridad, hay que hacer verdadero encaje de bolillos para equilibrar todos los intereses implicados en la acción y no resulte nadie perjudicado en la consecución del acto previsto.


El ejercicio de la autoridad suele ser personal e intransferible por parte de la persona a la que se ha designado para esta misión, en esta designación va también implícita la responsabilidad de la realización de esta con todas sus consecuencias. El jefe responde siempre de la ejecución, por lo que su autoridad es indelegable siéndolo en cambio la responsabilidad.

Uno de los problemas críticos hoy que afecta a la vida de los países, es la indefinición o falta de limites claros entre quien es la autoridad y quien ejerce la responsabilidad o puede ejercerla en su nombre. La multiplicación exponencial de instituciones políticas y de todo orden en países de estructura autonómica, véase países del Sur de Europa, ha venido a agravar el problema, con las gravísimas consecuencias de todo tipo originadas a sus poblaciones.


Esta indefinición entre autoridad y responsabilidad está socavando también los fundamentos diarios de la vida familiar de estos países. La familia se ha convertido en un ejemplo de lo que pasa en la calle. El grito “A mí no me manda nadie”, que se oye una y otra vez, como muestra de esta subversión de valores actualmente imperante en nuestra sociedad, junto con la falta de formación para vivir en común, ha causado la provocación en cascada de problemas y problemas de convivencia social (personal, familiar, laboral, política…), en detrimento de la calidad vital de las relaciones en estos países.


La autoridad viene dada por la misión que se realiza en la sociedad, es personal e indelegable. La responsabilidad inherente al puesto si es delegable en las condiciones que determine la autoridad.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Segovia es asado, el asado es Segovia.

Tempus fugit

Saber retirarse a tiempo