...que no llego.


Este es el grito casi desesperado, que tienen que dar multitud de personas  ante la barra de un bar, en el que han tenido la osadía de entrar, para tomar algo que les apetecía, y ver que no llegan al mostrador, sino suben, repito suben, a unas altísimos taburetes.

Muchas veces, los creadores de opinión y de modas, carecen del sentido común necesario, para idear cosas, que sirvan a todos los posibles usuarios de las mismas, sin exclusión. Repito sin excluir a nadie por causa de su físico u otras posibles causas discriminatorias.

Actualmente, en las grandes ciudades la proliferación de cafeterías, bares, tabernas y pubs es enorme, con su correspondiente reflejo en lugares de población más pequeños. Esto en principio, no es ni bueno ni malo.  Es una práctica comercial perfectamente lícita y “A QUIEN DIOS SE LA DE, SAN PEDRO SE LA BENDIGA”. En estos establecimientos, solo observo un problema (ya en gran ciudad o lugar más pequeño), y es que en ellos, han casi desaparecido las sillas y mesas de una altura normal, donde para cualquier persona era fácil aposentarse con comodidad, y poder consumir con sosiego aquello que necesitaban para calmar sus apetencias.

 Los nuevos establecimientos y los antiguos acondicionados (por la moda y parecerse a la competencia), se han llenado de nuevas sillas, mesas y taburetes de patas larguísimas, donde ya no se sienta uno, se sube a lo alto, para alcanzar lo pedido. Esto que en principio podía parecer una extravagancia más, de las muchas que se hacen actualmente. Es realmente, negar a muchas personas de características determinadas (personas de edad, con problemas visuales, niños, disminuidos físicos y funcionales, personas gruesas, con tendencia al mareo, mujeres embarazadas...) la posibilidad de entrar en uno de estos establecimientos a tomar algo.




Me gustaría saber que avances tienen estos altísimos asientos, sobre los que había hasta ahora. ¿Se otea mejor el horizonte, desde la altura?¿Ayuda  desarrollar el sentido del equilibrio de los clientes? ¿Las cosas por la altura saben mejor?...
Porque con una brizna de sentido común, no se llega a la fácil solución de mezclar en los establecimientos las mesas, sillas y taburetes de altura normal, junto a estos artefactos de largas patas de avestruz tan FASHION, y así dar posibilidades a todos.

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