El pájaro voló, pero devuelve los tupper


El hogar familiar, tiene la misma función aunque salvando las distancias de un nido, siempre ocupado por un pájaro hasta que este se encuentra con la suficiencia y preparación necesaria, para abandonarlo y comenzar con ello una vida autónoma, haciéndose así el único responsable de los aciertos y fracasos que esmaltaran su nueva vida libre y sin las cortapisas derivadas de vivir en grupo (familia).

El ser humano, no es insensible a este afán de autonomía y libertad personal. Cuando se nota fuerte y formado y con la previsión de vivir su vida solo, hace todo lo posible para conseguir la independencia de la,  autoridad familiar (emancipación). Esto en algunos casos, da lugar a alteraciones de tipo afectivo, sobre todo en las madres de los  independizados (síndrome del nido vacío), que los echan de menos, y temen que tanto si están solos, como si viven con otras personas, no van a recibir la misma atención y cuidados, que prestaba ella siempre, con todo mimo y cariño (materiales y espirituales). Solución de emergencia maternal, los famosísimos TUPPERWARS (envases herméticos de plástico, donde la madre sigue poniendo, las comiditas y delicadezas que gustan a los emancipados, tan añorados por otra parte).

 Voló ya el pájaro, con todos los problemas descritos y más, iniciando ya otra vida, sin las cortapisas de la tan denostada autoridad paternal. El pájaro da numerosos aleteos sin pensar, para y se cansa porque tiene hambre, y no tiene la comida, ni comprada, ni hecha puntualmente de manera deliciosa, como la tenía en el abandonado nido familiar. Tiene prisa, sus nuevas responsabilidades le restan tiempo para otras actividades necesarias, que antes hacía sin problema.

Se impone, una vuelta al nido de manera que nadie piense que no se puede bandear solo o acompañado, para salir adelante en el día a día. La figura protectora mama, que sabe las debilidades de los emancipados, pero no se da por enterada. Le alegra saber que todavia es necesaria.

Los emancipados, empiezan por poquito, unas croquetas (que bien le salen a mama..) y alguna otra fruslería. Cuando cojan más confianza los pedidos (nunca piden, sugieren) aumentaran y el tráfico de TUPPERWARS será incesante entre el nido familiar y el de los emancipados, lleno-vacío-lleno...es como un cordón umbilical que sigue uniendo la cocina de mama con el nido de los liberados.




Se han vuelto tan obedientes (MILAGRO), que hasta no se les olvida nunca DEVOLVER EL TUPPERWARS VACIO.

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