Torre de Oña S.A.
Barón de Oña, en la Rioja Alavesa y muy cerca de Laguardia, es un pequeño “Versalles” de la viña y del vino y uno de los escasos ejemplos
riojanos de “vino de pago”.
Una
vez que se atraviesa la puerta enrejada de Torre de Oña se puede contemplar la fachada
neoclásica de un pequeño palacio, con un interior decorado con muebles de
estilo. Junto a él, se encuentra la bodega en cuyo interior se entrecruzan
la madera y el acero.
Leandro Vázquez, un cubano de visita por España, quiso
sumergirse en el sosiego de la vid, desde el rigor y el compromiso que expresa un Château. El vino era tipo bordelés, tánico, con aroma
rotundo y algo alejado del acento riojano. No tardó en encontrarse el difícil mundo del mercado, por lo
que Leandro Vázquez vendió la
propiedad y dejo un legado que no tardó
en aprovechar “La Rioja Alta”, S.A., su
actual dueño, que vio en Torre de Oña la
posibilidad de elaborar un vino de nueva
escuela, con un estilo distinto a sus
vinos de Haro. La compra se realizó en 1995, y a partir de entonces hubo
cambios encaminados a mejorar lo que ya
existía.
El nuevo Barón de Oña procede exclusivamente de las 50 ha de viñedo que rodea la bodega. Está
situado en Paganos, una de las
mejores ubicaciones de La Rioja Alavesa, donde crece la Tempranillo y la Mazuelo. Había 2 ha de Cabernet Sauvignon, pero
fueron sustituidas por la uva
Tempranillo, al contrario de lo en aquellos tiempos era habitual.
Barón de Oña descubre los nuevos aromas y sabores de la uva Tempranillo. Su tipicidad como vino de Rioja deja margen para el
carácter personal de la marca.
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