La importancia de lo inútil
El ser humano busca en sus acciones de todo tipo, un provecho para su vida particular y de relación con los demás. Se hace cualquier cosa, buscando siempre una recompensa de cualquier tipo, que de alguna manera nos retribuya el trabajo realizado. Todo lo que hagamos, tiene que ser útil (nos tiene que producir provecho, servicio o beneficio).
Hemos convertido actualmente nuestro mundo en un mercadillo, donde solo tienen cabida los objetos y actos que producen utilidad a la persona o personas que los tienen o realizan. Todo se tiene que cuantificar en una cantidad, en unos números que indican el resultado económico de la operación, la utilidad reportada para el conjunto de sus realizadores.
Se desestima la vocación en aras al provecho, el fin es siempre ganar y ganar. Los padres a los hijos, los mandan al colegio a formarse no como personas libres y responsables, sino para adquirir los conocimientos necesarios para poder entrar en el sistema utilitarista y ser un eslabón más en su cadena, que confunde y masifica a la masa ciudadana de estos tiempos, convirtiendo a los pueblos en rebaños, para gran contento de las elites dominantes.
Perseguir
la quimera del mercado, es sin embargo una ilusión. Así lo confirman los datos
más alarmantes del paro juvenil. La rapidez de las mutaciones que hoy afectan al
complejo mecanismo de los intercambios económicos es tanta que no es posible
adaptar con la misma celeridad los currículos escolares.
Bajo
la promesa de una inmediata inserción en el mundo laboral, el diseño de los
currículos escolares puede verse profundamente condicionado por los aspectos
profesionales de la formación. De ahí, esa obsesiva paranoia de nuestras
autoridades académicas de podar los
programas escolares y universitarios de materias “inútiles y que no sirven para
nada”, logrando así, según ellos, modelos funcionales de personas o sea rebaños
obedientes de ciudadanos, que obedezcan ciegamente, las instrucciones del partido único gobernante.
Hay que recuperar urgentemente, “lo inútil”. La capacidad crítica, el estudio de los clásicos (auténticos maestros para la vida). La Historia con mayúscula, que nos va a decir de dónde venimos y con nuestro potencial a donde podemos llegar. El estudio del griego y el latín, que nos va a decir nuestro de cohesión social...Todo “LO INUTIL ES UTIL”, no perdamos la ocasión de afirmar nuestra libertad, haciendo buena esta esta verdad.
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