No alimentes a un egocéntrico


Todos conocemos personas, que se creen las más importantes en todo el conjunto del grupo humano al que pertenecen, los demás no les llegan, como se dice vulgarmente a la suela de los zapatos en todos los aspectos de la vida. Es la característica que define, a las personalidades  egocentristas, que creen que sus propias opiniones e intereses son más importantes que las de las demás.

Tiene una extraña incapacidad para desenmarañar esquemas subjetivos de la realidad objetiva  y por otra parte una incapacidad para asumir o comprender con precisión cualquier  perspectiva que no sea la propia. Suelen intentar llamar la atención de todos de manera brusca y exaltada llegando a producir enfrentamientos graves entre las personas.

Suelen  ser personas con una autoestima muy baja y una personalidad muy endeble que tratan de equilibrar de esta manera casi explosiva de relación interpersonal. Resulta su trato enormemente difícil y complicado porque en todo y a toda costa, tienen que tener razón y ser o pretender ser el centro de su universo personal. Se  encuentran en ellos marcados rasgos histriónicos en su carácter. Hacen  todo el teatro que haga falta  (insultos, lloros, lamentaciones, gemidos, incluso intentos de agresión...) por asegurarse el centro de la situación y poder tiranizar su entorno.

Las personalidades egocéntricas, suelen ser bastante conflictivas y son lo más parecido, por su forma de actuar, a las arañas que atrapan a sus víctimas, aprisionadas en sus redes, donde caen sus enemigos atontados y temerosos por  sus gritos, insultos y malos tratos.

¿Cómo librarse de los egocéntricos?. Teniendo la sangre fría suficiente para entender y comprender, lo mucho de histriónico y teatral tienen  sus alocadas  actuaciones. Como se consideraran personalidades superiores en todo, ellos no tienen la culpa de nada. La culpa es de los otros y nada más que de los otros, que maquinan siempre contra ellos. El enfrentamiento personal, salvo casos muy puntuales no es aconsejable. La mejor postura y la más práctica es alejarse de ellos resueltamente en silencio, para no recibir los dardos de sus invectivas.

Luchan contra los más flojos, a los que intentan hundir por no reconocerles sus cualidades. No suelen meterse con los más poderosos, a los que temen. La refranología castellana, los dedica varios. Siempre quieren estar en todas las salsas.




¡¡¡SON MUY PELIGROSOS, POR LO TANTO NO ALIMENTES A UN EGOCÉNTRICO, PUEDE SER DESTRUCTIVO!!!

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