Arrepentimiento

El Arrepentimiento (del francés “repentir “que a su vez se deriva del latín “poenitore”, ser penitente) es el pesar que una persona o grupo de personas sienten por algo que han dicho, hecho o dejado de hacer. Quien se arrepiente cambia de opinión o deja de ser consecuente con determinado compromiso.

El uso de esta palabra suele referirse a la contrición y consiliencia (es la disposición voluntaria de unir distintas disciplinas y crear un marco común de entendimiento) en la conciencia de una persona o personas al enmendarse respecto a sus pensamientos previos (pasando de una ideología errónea, a una nueva mentalidad acertada y renovada), o respecto a sus acciones u obras previa, pasando de la inmoralidad a la moralidad 

En el ámbito de la espiritualidad, distintos autores afirmaban que el significado original, del griego “metanoeo” (arrepentimiento), era el de cambio de mente e implica un cambio de perspectiva respecto al pasado, y una evaluación general de muchas cosas hechas previamente, lo que conlleva a la comprensión de la culpa personal o social y el reconocimiento de haber hecho algo mal. En el mismo sentido, se suele considerar la necesidad de un cambio de conducta, de actitud, de orientación y de dirección como indicios de un arrepentimiento verdadero.

Arrepentirse es un acto espontaneo, que debe surgir de la comprensión legitima de los propios errores, aunque esto no significa que no vuelvan a cometerlos. A grandes rasgos, pueden distinguirse entre faltas involuntarias y voluntarias, siendo estas últimas las más fáciles de evitar.

Ciertos trastornos psicológicos llevan a las personas a cometer actos de variada gravedad, que perjudican a terceros, sin realmente desearlo o, en algunos casos, ser consciente de ello

Jheronimus Bosch (El Bosco), en su famoso tríptico (EL JARDIN DE LAS DELICIAS (Museo del Prado-Madrid), hace la mejor representación de la cara de los dos castigados y ya arrepentidos (Adán y Eva, expulsados del Paraíso) por sus faltas de obediencia.