“Las Edades del Hombre” en Cuellar, en decadencia
Acabo
de regresar a mi domicilio madrileño, después de visitar la que me parece es la
veintidós edición de “Las Edades de Hombre” en la villa segoviana de Cuellar.
Llegue
en autobús a la citada villa y al bajar del vehículo, que no había ningún
cartel o flecha, o algo que me indique por donde o a donde debo dirigirme para
comenzar la visita, pero ni en la estación, ni en establecimientos vecinos, en
diferencia con anteriores ediciones. Después de preguntar a varias personas,
consigo encaminarme hacia la Iglesia de San Andrés, intuí una cierta
indiferencia o hastío, por parte de la gente mencionada, como confirme en los
establecimientos que posteriormente visite.
¿Por
qué no, algún aviso sobre lo difícil de llegar a las sedes?. Las personas con
capacidad física disminuida, son muchas, mi caso, llegue a la sede de la
iglesia de San Andrés, con la lengua fuera y totalmente empapado ¡¡¡ que se le
va a hacer!!!.
Las
sedes San Andrés, San Martín y San Esteban, preciosas iglesias, pero de aforo
muy pequeño, lo que provoca largas y tediosas colas para visitarlas ¿no sería
una idea, vender entradas con hora de visita prefijada, como se hace en las grandes manifestaciones
expositivas?, eliminaría las colas y los visitantes podrían ver la exposición
con tranquilidad, no como ahora que en escasísimos segundos y rodeados de
cabezas, se pueden llevar de recuerdo con suerte un destello de la misma.
Dejando
aparte el lema RECONCILIARE, dignísimo, el contenido de obras de arte de la
exposición normal o mediocre. ¿No será
que la cadencia de la muestra debe retrasarse. Bianual…?. Permitiría a mi
manera de ver hacer las cosas con calma
y más estudiadas.
No
permitamos entre todos que esta magnífica idea que ha sido y es el asombro de
países e instituciones culturales, muera pero muera de existo, sería
imperdonable.
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