Erotema o Interrogación
Esta
figurita tiene sus más y sus menos, porque en realidad es una pregunta que uno
mismo se hace. Y las preguntas que se plantea uno mismo generalmente no tienen
respuesta, salvo en los freudianos casos de desdoblamiento de personalidad.
En
Literatura, si la pregunta que el escritor se hace es contestada por un señor
que pasa en aquel momento por allí, no vale.
¿Qué
sucede, que ocurre que no salto
de
gozo y de otras cosas que no digo?
¿Por
qué razón me importa todo un higo
¿Por
qué ni me conmuevo ni me exalto?
¿Soy
acaso una estatua de basalto?
¿Soy
vil y deshonesto? ¿Soy de abrigo?
¿O
con fruición espero algún amigo,
por
sacarle cien euros, sable en alto?
¿Cómo
soy? ¿Cómo soy? ¿Qué espeso vaho
cubre
mis ojos y mi cuerpo zurce?
¿Por
qué un pipiripao, jerga o sarao
Me
dejan insensible como un urce?
¿Por
qué voy desde Santurce hasta Bilbao
y no
desde Bilbao hasta Santurce?
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