Del paniaguado académico de la Argamasilla,

IN LAUDEM DULCINEAE DEL TOBOSO.

Ésta que veis de rostro amondongado,
Alta de pechos y ademán brioso,
Es Dulcinea reina del Toboso,
De quien fue el gran Quijote aficionado.

Pisó por ella el uno y otro lado
De la gran Sierra Negra, y el famoso
Campo de Montiel, hasta el herboso
Llano de Aranjuez, a pie y cansado.

Culpa de Rocinante. ¡Oh dura estrella!
Que esta manchega dama, y este invito
Andante caballero, en tiernos años,

Ella dejó, muriendo, de ser bella;
Y él, aunque queda en mármores escrito,
No pudo huir, de amor, iras y engaños.









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