Comer otra vez en La Castela

En el año 1929, en la calle Dr. Castelo 22, se abre una clásica taberna madrileña con el nombre de Bodega de Mentrida hasta finales de 1988, se hacen obras y en el año 1989 es reabierto el establecimiento con el actual nombre de La Castela, taberna restaurante.

Mantuvieron la estructura de típica taberna madrileña al entrar, y en la trastienda comedores, que siempre están llenos de comensales ávidos de comer lo que allí se sirve, por unos camareros verdaderos ejemplos de buen hacer en su trabajo. El tipo de comida que se sirve en esta taberna-restaurante, es típica madrileña con aportaciones originales.

Ayer, estuve comiendo una vez más en este local y volvió a satisfacer plenamente mis exigencias y las de mis acompañantes, creo que es uno de los locales madrileños donde el producto de primera calidad es tratado con más sencillez y esmero, logrando platos apetecibles y gustosísimos.


Estuvimos comiendo tres personas y consumimos en raciones bastante generosas: Milhojas de Ventresca, unos esplendidos chipirones encebollados, ¡¡¡ qué maravilla ¡!!, unas chuletillas de cerdo antológicas, unas buenísimas chuletillas de cordero y un espectacular rabo de toro. Vino: Cigales, marca Hiriart, correcto solamente. Postres: un milhojas de crema y un súper refrescante sorbete de mojito. Otra deliciosa comida en La Castela. Unas buenísimas aceitunas y unas fresquísimas gambas, cortesía de la casa al comenzar y diversos chupitos para final, una magnifica atención. La relación precio/calidad, sigue siendo muy correcta.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Segovia es asado, el asado es Segovia.

Tempus fugit

Saber retirarse a tiempo