Dialogo entre Babieca y Rocinante

B ¿Cómo estáis, Rocinante, tan delgado?
R. Porque nunca se come, y se trabaja.
B. Pues ¿qué es de la cebada y de la paja?
R. No me deja mi amo ni un bocado.

B. Andá, señor, que estáis muy mal criado
Pues vuestra lengua de asno al amo ultraja.
R. Asno es de la cuna a la mortaja.
¿Queréislo ver? Miraldo enamorado.

B. ¿Es necedad amar? R. No es  gran prudencia.
B. Metafísico estáis. R. Es que no cómo.
B. Quejaos del escudero. R. No es bastante.

R. ¿Cómo me he de quejar en mi dolencia,
Si el amo y escudero o mayordomo

Son tan rocines como Rocinante?






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