LA SEÑORA ORIANA A DULCINEA DEL TOBOSO

¡Oh, quien tuviera, hermosa Dulcinea,
Por más comodidad y más reposo,
A Miraflores puesto en el Toboso,
Y trocara sus Londres con tu aldea!

¡Oh, quién de tus deseos y librea
Alma y cuerpo adornara, y del famoso
Caballero que hiciste venturoso
Mirara alguna desigual pelea!

¡Oh, quien castamente se escapara
Del Señor Amadis como tu hiciste
Del comedido hidalgo don Quijote!

Que si envidiada fuera, y no envidiara,
Y fuera alegre el tiempo que fue triste,
Y gozara los gustos sin escote.








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