¡¡¡ Va a haber tormenta!!!

El día amanece con el sol brillando sobre la ciudad, es una mañana de verano radiante. Miras al cielo y ves que algún pequeño grupo de nubes grises aparece en el horizonte, lo radiante del tiempo de antes, parece que va disminuyendo, se presiente una tormenta.

Vemos el ir y venir de la gente por la calle de una manera nerviosa y desacompasada, observamos sus rostros y la mayoría son serios, adustos y algo desencajados, como presintiendo algo…Salimos a la calle y oímos algo que en mucho

s casos  la gente más que hablar, casi ruge, y cualquier fortuito choque o tropezón con otro, es contestado con una agresividad casi animal. ¡¡¡ Algo pasa o algo se espera o se presiente que va a pasar!!!

Pretendemos hablar con nuestra familia, vecinos o gente desconocida y vemos que el iniciar una conversación es casi imposible. Lo único que llega a nuestros oídos son frases como ¡¡¡ me duele la cabeza!!! No he dormido más que un ratito!!! ¡¡¡Que cansado estoy!!!... y así sucesivamente. Nosotros también estamos nerviosos, tensos y cansados, estamos como esperando que suceda algo que nos libere de la tremenda presión que nos agobia…

Miramos al cielo, la luz radiante ha desaparecido, una masa informe de nubes de colores indefinidos tapa nuestro horizonte visible. ¡¡¡ Parece de noche!!! ¡¡¡ Va a haber tormenta !!!. Una chispa zigzagueante cruza el cielo. ¡¡¡ Un relámpago!!! acompañado de un potentísimo trueno y esto se va repitiendo. En un momento se organiza un ruidoso e impresionante concierto de relámpagos y truenos, que desde luego amilana un poco.

Entonces poco a poco empieza a llover de una manera mansa primero y luego de una manera torrencial, va pasando la tormenta y notamos que nosotros y los que nos rodean vuelven o volvemos a una manera más normal de comportamiento gracias al beneficio de la lluvia caída y la normalización de la presión que nos rodea.

Poco a poco se va aclarando el ambiente y el sol comienza a atisbarse en el horizonte. ¡¡¡Hasta la próxima tormenta!!!