Con el viento en las viñas (2)
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Ha sido l´Empordá tierra de cultivo y solar de los vinos “solejats” como se han
llamado siempre, o “de sol i serena”, como hace excelentemente la bodega Vinyes
dels Aspres. Pero, aun así, la precipitación pluvial anual alcanza los 600
milímetros anuales, lo cual comparando con otras zonas, no es tampoco una
limitación definitiva. Las lluvias, además, se concentran estacionalmente en
primavera, a principios, y en octubre, y no interrumpe mucho la vendimia, al
menos de las variedades autóctonas.
La
D.O. Empordá tiene una extensión de aproximadamente 2.000 hectáreas y sus vinos
de diversos tipos. Se hacen muy buenos cavas ya que también esta acogida a la
D.O. Cava. Destacables son los blancos producidos por las uvas “macabeu” y
“xarel-lo” que son irisados, fragantes…, y también hay “garnatxa” y “carinyena
blanca” en la montaña interior. Y una siempre interesante producción de
moscatel.
La
mayor parte de la superficie vitícola ampurdanesa es de variedades tintas y
está aún liderada por “la carinyena” o la “samsó” y la “garnatxa”. Hay también
una notable e interesante presencia de la “syrah”, que ha expresado aquí toda
su fuerza vegetal y produce una exquisita calidad.
Pero
l`Empordá es la tierra de la “garnatxa roja”, la de sus vinos dulces, licorosos
y rancios; un elixir. Esta variedad, que da blancos aun teniendo la piel roja,
produce unos vinos ricos y generosos para el postre y la larga sobremesa y
tertulia. Estos vinos dulces naturales, criados por el sistema de soleras, dan
unos vinos de postre, dulces, singulares y exquisitos.
Los
garnatxa de l´Empordá, como vinos generosos que son, se sitúan entre los vinos
dulces naturales lancos, como los moscateles o malvasías, y los tintos dulces
como los monastrelles del Vinalopó. Los vinos soleras de la garnatxa roja, como
MAS ESTELA y MAS LLUNES, son de una finura y elegancia que jamás olvidara quien
los saboree en una larga tertulia…
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