Madrid y el toque de queda

 

Lo que está ocurriendo en Madrid, es digno de cuento del mejor humor del género del disparate. Para intentar solucionar la masiva epidemia de COVID-19, la autoridades gubernamentales, autonómicas y municipales están batiendo récords de dislates sin fin, con un carrusel espectacular de una series de medidas y contramedidas, que han conseguido hacer bueno aquel verso del gran Machado (Antonio), “De cada diez españoles, nueve llevan boina y uno piensa”. La gente ante esa forma confusional de afrontar la situación, a llegado o está llegando a la idea de que lo mejor es hacer caso omiso de todo y seguir como hasta ahora, con las modificaciones que la evolución lógica de los acontecimientos imponga.

Una de las medidas estrella, ha sido la imposición de un toque de queda, o sea confinar a la gente en sus domicilios a partir de las diez de la noche, desde las once ahora (hemos mejorado), hasta las siete de la mañana del día siguiente. Y por consecuencia no permitir ningún tipo de circulación humana partir de esa hora. Se piensa que así, a partir de ese “toque de queda”, el “coronavirus” se enfada al no encontrar a nadie por la calle a quien atacar y se vuelve desesperado a su nido convirtiéndose de esta forma en un virus inofensivo. Lo que, si han conseguido, es hacer un roto económico enorme a los establecimientos hosteleros, y de todo tipo de servicios, difícil de solucionar, con estas medidas llevando al paro de paso a miles de personas.

La multitud de ciudadanos que ocupan las miles de terrazas que pueblan las calles de la ciudad (gracias a los numerosísimos aparatos productores de calor, que tienen), apuran hasta último momento, el abandono de las mesas que plácidamente han ocupado, provocando en la proximidad de la hora del comienzo del toque de queda, una autentica estampida, desde los bares de la masa ocupante que tiene que alcanzar su domicilio antes de la hora prevista, continuamente cambiante para la malificación del popularísimo virus. ¡¡¡VAYA MEDIDAS PROFILACTICAS Y VAYA AUTORIDADES, QUE NOS GASTAMOS!!! ¡¡¡QUE GRAN PUEBLO EL ESPAÑOL (decía el Cantar del Mio Cid), SI OBIESE BUEN SEÑOR!!!