La nevada perfecta

 

La nieve y la ciudad no se llevan bien, la temperatura ambiente y los contaminantes propios de la urbe, actúan muchísimas veces de freno para evitar la caída del blanco meteoro, aunque en contadas ocasiones se coordinan y conjugan todas las circunstancias, y la nieve cae furiosamente sobre la ciudad inerme, causando los estragos pertinentes siempre importantes y peligrosos. Esto ha sucedido estos últimos días en Madrid (aún no repuesto, ni mucho menos), demostrando la falta de medios de la ciudad para atender una emergencia de tal calibre.


Comenzó a nevar mansamente, el blanco iba inundando de paz toda la superficie de la urbe madrileña, que bonito, parecían los planos de una película, donde de pronto iba a parecer Bing Crosby, cantando hermosos y cálidos villancicos. El tiempo pasaba y pasaba, la copiosa nevada seguía y seguía. La gente de las delicias de contemplar con arrobo la llegada del blanco meteoro, comenzó a preocuparse. “Si sigue así, va a cuajar”, “nos vamos a quedar incomunicados” “¿Cómo llegar a casa?, el coche no arranca, no hay transporte público, que problema…” y así hasta el infinito…, los clamores de los urbanitas copados (copos, nunca mejor dicho),  fueron múltiples y aterradores, porque los suministros de la ciudad, en una palabra, su vida, depende de que las vías de acceso y salida estén expeditas.


El potente fenómeno atmosférico, puso de manifiesto varias cosas: 1ª La ciudad, no está preparada para afrontar fenómenos naturales de esta categoría. Las autoridades, no fueron capaces de hacer y trazar un plan de protección, para tratar de aminorar los problemas que iba a causar la nevada, de cuya existencia e importancia se conocía con la suficiente antelación. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), avisó con tiempo, pues por no haber, no había ni sal para derramar por las calzadas y facilitar así, de alguna manera la movilidad de los ciudadanos.  Las autoridades posando en las distintas TV´S de postureo preelectoral, mientras los problemas surgidos, sin resolver… QUE PENA.


MADRID POSTNEVADA, un autentico e inmundo vertedero. Nieve (la parte mayor, esta sin recoger), basuras de todo tipo (restos orgánicos, detritus varios, mascarillas…) forman un conglomerado verdaderamente terrible para la gente que lo ve nocivo para la salud. Seremos ateos convencidos, pero estamos esperando, que desde el “Cielo” envíen el agua necesaria para limpiar la inmunda ciudad, mirando hacia arriba parece que así va a ser, siempre y cuando el alcantarillado (falta de mantenimiento) no estalle, ante una avalancha de agua…¡¡¡QUE DIOS NOS ASISTA!!!


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