La Pizza, bandera italiana en el mundo

 

La Pizza es una preparación culinaria que consiste en un pan plano, habitualmente de forma circular, elaborado con harina de trigo, levadura, agua y sal, y a veces aceite de oliva, que comúnmente se cubre con salsa de tomate, queso y otros muchos y variados ingredientes, que se hornea a muy altas temperaturas, tradicionalmente en horno de leña.


El lugar donde se venden las pizzas se denomina pizzería y al personal que las vende y las hace, pizzero. Aunque se considera que su origen está en la gastronomía italiana y más particularmente en la napolitana, su consumo se a extendido a todos los países del mundo, con diversas variantes locales, debido a la emigraciones ítalas, en muchas épocas.


EN 2010, la Unión Europea reconoció a la pizza napolitana como, Especialidad Tradicional Garantizada (E.T.G) y, en 2017, la UNESCO, reconoció el arte de los pizzeros napolitanos, como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad (P.C.I.H).

Los antecedentes de la pizza se encuentran en el empleo del pan de trigo, en las antiguas culturas de Egipto, Persia, Grecia y Roma. En la época de Darío, I el Grande (521-500 a.c) los soldados persas, comían un pan plano cubierto de queso fundido y dátiles en la parte superior. En la Antigua Roma, los soldados comían también un pan plano, cubierto en su parte superior por aceite de oliva y hierbas, similar a la “foccacia”.


La pizza en sus versiones más tradicionales, la marinera y la cubierta de salsa de tomate y mozzarella (napolitana), procede de Nápoles. Las primeras referencias a hornos para pizzas proceden del siglo XVII. La pizzería “NITUORIO” trasladada en 1738 a la napolitana zona de “Port’Alla”, se encontraba en actividad desde 1732. Hacia mediados del XVIII, en Nápoles habías más de ochenta pizzerías. En la primera mitad del siglo XIX se consideraba “una comida plebeya” de napolitanos pobres.


En 1843, Alejandro Dumas, publicó en la prensa italiana una crónica de un viaje a Nápoles en la que registra sus impresiones de un tour por esta zona, dedicando varios capítulos a la pizza, a la que señala como la comida de los napolitanos pobres  (lazzaronni) en invierno, y describe varios tipos, la mayoría “in bianco” (sin tomate), aunque menciona también las que llevan ese fruto tan popular en  la cocina italiana.

La historia de este rico producto es muy curiosa y larga, otro día hablaremos más de ella. La diáspora italiana iniciada a mediados del XIX, difunde el gusto por la pizza en varios países de América y finalmente a todo el mundo.


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